Pbro. Héctor Pernía, mfc
Atacar las imágenes cristianas es enfrentarse con Dios.
(272) Ten cuidado. Si oyes a alguien decir que todo lo que sean imágenes son demonios aconséjale que debe dejar tranquilos a los católicos e ir a presentarse ante Dios y enfrentarlo acusándole de provocador, incitador y hasta tentador; calificarlo como patrocinador de la idolatría por todo lo que está escrito en muchos pasajes bíblicos donde Él mismo, en persona, ordena a que se hagan imágenes para que con ellas le rindan culto a Él (cf. Nm 21,7-9; Ex 25,18-22; 1Re 6,23-29). Dios le responderá: ¿Quién andará equivocado, yo o usted?
Si tales imágenes mencionadas en esos pasajes bíblicos hubiesen sido mandadas a construir por hombres, entonces, por ellas, se ha de enfrentar a los hombres. Pero si las mandó a hacer el mismo Dios, los que arremeten contra las imágenes sagradas deberían entonces ir a enfrentar a Dios y no a los hombres.
Contradicciones, respecto a las imágenes, que desconciertan.
(273) ¿Cómo es que algunos hermanos dicen que son evangélicos y cristianos si son tan enemigos de imágenes que son cristianas y evangélicas? ¡El que le pega a su propia familia se arruina!, así dice un sabio refrán.
Si aman tanto la música cristiana, ¿por qué no aman tantas otras obras de arte que también son cristianas y evangélicas? ¿Cómo es que la música cristiana los conecta tanto con Dios y, en cambio, las imágenes cristianas, los aparta y aleja de él? Hay algo que no cuadra y que no deja ningún sabor a verdad, a luz, a claridad, sino todo lo contrario, a oscuridad, a error, a equivocación, a ceguera, a estar ocultando algo para impedir que tales hermanos aprecien la luz y la abracen.
Las imágenes también revelan quiénes son los verdaderos cristianos y evangélicos.
(274) Aquellos que dicen ser ‘cristianos’ y ‘evangélicos’ deberían ser reflejo de lo que en el Evangelio leemos que deben vivir los cristianos, pero ¿cómo es que arremeten verbalmente con tanta agresividad contra los católicos porque tienen imágenes cristianas? Y no sólo verbalmente; se sabe de numerosos casos donde la agresión también es física.
La impresión que dejan es que los cristianos y los evangélicos realmente están es del otro lado, del lado de los católicos.
Es sumamente imprudente destruir las imágenes cristianas.
(275) Hoy creen que Dios por eso les aplaude; mañana no podrán con el dolor de saber cuán equivocados estaban.
En 2Sam 6,6-7 aparece que Dios se enojó y que UZZA murió tan sólo por haber tocado la imagen del Arca. Para Dios y para todo el pueblo de Israel el ARCA y sus QUERUBINES encima eran sagrados. ¿Te imaginas el enojo de Dios ante quienes van más allá y con violencia rompen con ira las imágenes cristianas, las queman y las lanzan contra el piso, sabiendo que son imágenes que representan a nuestro Señor Jesucristo, a su madre o sus santos? Dios tenga misericordia de nuestros hermanos; no saben lo que hacen.
El Sal 74,1-11 es una súplica de dolor y desagravio que el pueblo eleva a Dios ante los desmanes de quienes arremeten en contra de todos los objetos y esculturas sagradas que estaban dentro del Santuario en Jerusalén. Son los mismos hechos narrados en los dos libros de los Macabeos y específicamente en 2Mac 5,24-27; 6,1-3.
Muchos templos volvieron a sufrir semejantes profanaciones en el siglo XVI cuando en varias ciudades de Europa fueron violentadas muchas iglesias y destruidas muchísimas imágenes cristianas a manos de violentas hordas protestantes. También dieron muerte a muchísimos católicos. Estas escenas violentas contra las imágenes sagradas en nuestro tiempo se siguen repitiendo en muchos que abandonan la Iglesia Católica y destrozan las imágenes cristianas que tienen en sus casas o sitios de trabajo.
“No procederás así respecto de vuestro Dios”.
(276) No rompas imágenes cristianas. A modo de ayuda, recomiendo al lector hacer una buena exégesis y un discernimiento a fondo de Dt 12,1-4. Allí se ve muy claro que el calificativo de ídolos está dirigido, muy específicamente, a los dioses de los pueblos paganos que los israelitas encontraron en el camino a la tierra prometida (Ver: GB, N° 250).
En el versículo cuatro Dios les ordenó: “No procederás así respecto del Señor vuestro Dios” (Ver: Biblia de Jerusalén). Es decir: Dios les prohibió hacer con las imágenes sagradas lo mismo que les ordenó hacer con las imágenes paganas: romperlas, destruirlas y profanarás. Es por eso que el rey David, y Salomón, y tantos miles de israelitas, nunca irrumpieron a romper las imágenes del Arca y los querubines. Es por eso que los cristianos de hoy, y de todos los tiempos, no debemos estar destruyendo imágenes que respectan a nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
Profanación de imágenes cristianas por gente que dice ser católica.
(277) En varios pueblos hay personas que a nombre de la Iglesia Católica, pero totalmente sin aprobación alguna de la Iglesia, organizan procesiones y fiestas llevando las imágenes de Santa Bárbara, San Benito o San Juan Bautista u otro santo, y consumen aguardiente hasta embriagarse.
Se hace un llamado a todos los que se consideren católicos y que hayan participado en tales actos: apártense de inmediato y para siempre de tales conductas. Sepan que al apoyar esos sacrilegios están condenando su alma al infierno y arrastrando a otras al mismo destino.
Debemos reconocer el escandaloso anti testimonio que estamos dando ante el mundo, y darnos cuenta cómo le complace al diablo que se estén haciendo, a nombre de Dios, cultos de burla, ofensa e irrespeto al mismo Dios. El demonio se divierte viendo actuar así a gente que dice estar con Cristo, porque los hace cometer, al mismo tiempo, varios pecados muy graves: usar actos de culto al Dios verdadero para emborracharse y hacerle apología al consumo del aguardiente es rendir culto al Diablo, es ir a faltar el respeto a Dios y a burlarse de Él justo en su cara, es escandalizar a los niños y a los más débiles en la fe, es dañar la imagen de la Iglesia.
Licor y procesiones sagradas no pueden ir tomadas de la mano.
(278) Así dice la Palabra de Dios: “No pueden beber al mismo tiempo de la copa del Señor y de la copa de los demonios, ni pueden tener parte en la mesa del Señor y en la mesa de los demonios. ¿Queremos provocar acaso los celos del Señor? ¿Seremos acaso más fuertes que él?” (1Cor 10,21-22). Los Santos de la Iglesia Católica jamás enseñaron que para rendir culto a Dios tenían organizar procesiones para emborracharse y darle publicidad al consumo del aguardiente; eso sólo puede venir de espíritus de demonios. Los santos enseñaban a la gente a alejarse de tal vicio y a muchos los ayudaron a salir de tal esclavitud o pecado.
Una aclaratoria a los grupos protestantes, para que no estén llamando pagana ni idolátrica a la Iglesia Católica por tales hechos. Jamás encontrarán a sacerdotes organizando ni repartiendo el aguardiente que estas personas ingieren en esas actividades. Más bien, por intentar frenar o corregir estas situaciones muchos sacerdotes y laicos comprometidos han sido incluso agredidos físicamente y amenazados de muerte por gente violenta que actúa al margen de la pastoral de la Iglesia.
No es de extrañarse que de allí hayan salido muchos que hoy andan en grupos protestantes diciendo que cuando eran católicos eran unos paganos, unos borrachos. ¡Son hipócritas y falsos! Deben responder: ¿cómo se llamaba el sacerdote que les repartió el licor que tomaron en esas procesiones y que les organizó esos paganos espectáculos? Ningún sacerdote hace eso, ¿verdad? Y si alguno lo hizo, fue actuando él también como Martín Lutero, en desobediencia a la Iglesia. No se han puesto aún a reflexionar el grave daño que están ocasionándole a muchas almas.
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