Jueves, I Semana. Tiempo de Cuaresma
Comentario:
¿Recuerdas cuántas veces has escuchado decir que Dios no comparte su gloria con nadie?. Pues es falsa tal afirmación y la liturgia de hoy, nos inicia en los argumentos. En la primera lectura Pedro asevera que recibiremos la corona de gloria que no se marchita. (1Pe 5,4). Pero veamos cómo es posible tan grande gracia.
Por Jesús “hemos tenido acceso a un estado de gracia e incluso hacemos alarde de esperar la misma Gloria de Dios”. (Rom 5,2). De hecho oraba al Padre para que así fuera. (Jn 17,5; 22-24). Sólo debemos creer, tener fe como un granito de mostaza, que nos impulse decir sí a su llamado porque a todos aquellos que Dios llama, los hace justos , santos y «les da la Gloria”. (Rom 8, 30).
Hay muchísimas citas afirmando que Dios comparte su Gloria:
“El Señor dará la gracia y la gloria a los que marchan rectamente” (Sal 84,12)
“Y si hemos sufrido con él, estaremos con él también en la Gloria. «Estimo que los sufrimientos de la vida presente no se pueden comparar con la Gloria que nos espera y que ha de manifestarse” (Rom 8, 17-18)
«Que se muestren fuertes en todo sentido, fortalecidos por la gloria de Dios; que puedan sufrir y perseverar sin perder la alegría”. (Col 1, 11)
«lo coronaste de gloria y esplendor”. (Sal 8,6)
Preguntas para compartir:
¿Cómo crees tú que se manifiesta la gloria de Dios?
Elaborada por:
Adelina Ruíz Mfc
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