Apologética en la Liturgia de la Palabra
Sábado, XV Semana del T. Ordinario
Lecturas del día: Mi 2, 1–5; Sal 9; Mt 12, 14–21
Comentario:
Antes que los primeros cristianos tuvieran que vivir la fe en condiciones de clandestinidad, el mismo Jesucristo tuvo que asumir la senda de hacer el bien en silencio, porque los fariseos le buscaban para eliminarle. Dice así el evangelista Mateo: “Pero los fariseos, en cuanto salieron, se confabularon contra él para eliminarle. Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran” (Mt 12, 14-17).
Desde entonces, los fariseos y saduceos orquestaban todos sus planes para matar a Cristo a escondidas, de noche, en el secreto de la conspiración. Hoy la primera lectura aborda el tema de los que se reúnen a escondidas, en la sombra de las tinieblas para planificar el mal y quitar del camino a los que hacen el bien. Veamos lo que dice:
“¡Ay de aquellos que planean injusticias, que traman maldades en sus lechos y al despuntar el día las ejecutan, porque acaparan el poder! Codician campos y los roban, casas, y las usurpan; atropellan al hombre y a su casa, al individuo y a su heredad. Por eso, así dice Yahvé: Mirad que yo planeo contra esa gente una desgracia de la que no podréis apartar vuestro cuello. ¡No caminaréis con arrogancia, porque serán tiempos funestos! Aquel día os dedicarán una copla, y entonarán una elegía, diciendo: «¡Estamos completamente arruinados; han vendido la herencia de mi pueblo, y no me la devuelven; los invasores se rifan nuestros campos!» Pues bien: no tendréis a nadie que reparta suertes en la asamblea de Yahvé.” (Mi 2, 5).
Por justicia y compasión, hoy la palabra de Dios y el sufrimiento de muchos pueblos, nos obliga a no ponerle una tapa y ocultar los directos reclamos que Dios a todos nos hace a través del profeta Miqueas. Al leerlo, veremos la asombrosa actualidad de sus acusaciones, los señalamientos que hace a las expropiaciones de propiedades privadas, a las maquinaciones ocultas para destruir a los que piensan diferente y denuncian las injusticias, a los que compran con dinero votos y decisiones políticas para imponer de manera inconsulta, de espalda al sentir de las grandes mayorías, el aborto, las uniones igualitarias, la penetración de la brujería y la promiscuidad sexual en los textos escolares de los niños y jóvenes, a los que comercian con órganos de niños o con el narcotráfico.
Al descubrir que el origen de muchas de las más sectas protestantes más econocidas proviene de la masonería (Adventistas, Mormones, Testigos de Jehová, Bautistas, Pentecostales), porque sus fundadores fueron miembros activos de esa organización ; me viene una y otra vez el presentimiento de que su nacimiento ha sido producto de fabricaciones ideológicas barnizadas de “iglesias” para introducirse en la misma Iglesia Católica, distorcionarle la interpretación de la Biblia, y enfrentar a unos y otros mediante la proliferación de doctrinas con ciertas semejanzas pero con abiertas diferencias y contradicciones, para así dividirnos atacando desde su propia fe a la única Iglesia fundada por Cristo.
Para compartir:
1] ¿Qué señales de actuación del maligno se perciben en las actuales situaciones de deterioro humanitario y moral que padece la sociedad?
2] ¿Qué cosas en concreto significan la metáfora de pertenecer a los hijos de la luz y no a los hijos de las tinieblas?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
