Esto te dice la Palabra de Dios:
Ante la culpa por haber traicionado a Cristo, Judas se hundió en la desesperación y la muerte (cf. Mt 27, 1-10). Puede verse cómo en ese estado de crisis Judas no vió el valor de la vida y la oportunidad de la misericordia divina que le puedo haber perdonado y liberado de la culpa. Aprendamos del error de Judas a no aislarnos cuando una desesperación nos asalte, ya que, solos se hace muy difícil ver las opciones que están a nuestro alrededor.
La presencia atenta de María Magdalena y la otra María ante el sepulcro enseñan a superar la desesperación con la fuerza de la esperanza y el amor de Cristo (cf. Mt 27, 61).
Las pruebas ayudan a tener presente lo que la prosperidad y el éxito fácilmente hacen olvidar: la fragilidad. Somos, siempre, vulnerables, y sólo Dios es nuestra fortaleza.
San Pablo fue azotado por numerosas pruebas y peligros. Por eso, vale la pena fijarnos en él y seguir su digno ejemplo:
- ”Llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros. Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes el morir de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” (2Co 4, 7-10).
- ”No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Flp 4, 6-7).
1.- ¿El error de Judas Iscariote es sólo historia del pasado o espejo de lo que pudiera suceder hoy en cualquier persona?
2.- ¿Qué lección te ha dejado el testimonio de María Magdalena y de San Pablo apóstol?