Debemos ser más realistas que emotivos
Cuando se trabaja para la Iglesia debemos estar preparados para enfrentarnos con situaciones inesperadas y hasta desagradables, pues no todo es color de rosas aún en ambientes santos. ¿Cómo superar momentos amargos que se te presenten? Te invito a reflexionar este breve diálogo:
ANDRÉS: «En la Iglesia suceden situaciones que a muchos y a mí, personalmente, me causan decepción ».
CARLOS: «Según como la mires y hacia donde tú pongas tu confianza. Dime: ¿Tú pones tu confianza en los hombres o en Cristo que la fundó? Porque la Iglesia Católica es Santa».
ANDRÉS: «¿Cómo me vas a decir que es santa? Tú como que no has visto lo que yo. De santa no tiene nada. Tienes muy poco tiempo de católico, ¿verdad?»
CARLOS: «Disculpa, hermano, pero yo no tengo que ver lo que tú has visto, ni tampoco oír lo que tú oyes.
Yo sólo tengo que ver y oír lo que Cristo ha establecido. La Iglesia Católica es santa porque quien la fundó es santo; y Cristo es Santo, la Iglesia está animada y dirigida por el Espíritu Santo. De ella Cristo dijo, después de fundada, en Mt 16,18: Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella». Tal vez, esto te explique los por qué, luego de más de dos mil años de tantos pecadores que la Iglesia ha tenido,sigue vigorosa y creciendo. Ella es obra de Dios en manos de hombres».
ANDRÉS: «Sinceramente, Carlos. No lo había visto de esa manera. Gracias por hacerme ver las cosas con claridad y sacarme de las tinieblas».
CARLOSs: «Yo te comprendo. Ante Cristo nos puede pasar igual, que siendo Él verdadero Dios y verdadero hombre, lo miremos y analicemos solamente como hombre. Entonces, estaríamos como los fariseos y los escribas; equivocados en todo lo que decían de Él. Así mismo, nos pasa con la Iglesia, que sólo vemos de ella su lado humano, siendo que ella tiene origen divino y tiene también naturaleza divina».
1.- ¿Por qué la Iglesia Católica es Santa, aún cuando sus miembros sean pecadores?
2.- ¿Por qué los pecadores acuden a la Iglesia Católica?
P. Héctor Pernía, mfc
El contenido fue tomado de la «Guía Bíblica Hospitalitos de la Fe” (6ta. edic.), elaborada por el mismo autor de esta publicación.