En tiempos difíciles, cuántas cosas se inventa Dios para sostenernos, guiarnos y sanarnos cuando llegan esos tiempos complicados, es allí donde nosotros debemos demostrar fidelidad ante las pruebas, ya que Dios muestra su fidelidad en la prueba.
La prueba es un momento para crecer en la fidelidad. Ella nos desprende de falsos intereses que encontramos en el camino de nuestra vida. Cuando se realiza un trabajo y no se ven los frutos luego del empeño que realizamos, es muy decepcionante y eso produce descorazonamiento, esa emoción detiene a cualquiera. Es sentir que estamos perdiendo tiempo y fuerzas, es ahí cuando necesitamos tener fe y ver eso como una prueba de fidelidad a Dios.
Debemos acercarnos al misterio de la fidelidad, con la convicción de que Dios es primero y luego nosotros. La sagrada escritura nos ayuda a descubrir qué es la fidelidad. Nos dice en el Deuteronomio que Dios nos lleva al Desierto para comprobar la fidelidad (Cfr. Dt 8, 16).
Ser bueno y que nos vaya bien es fácil, ahora ser bueno y que nos vaya mal es muy difícil, no hay retribución, entenderlo es complejo; por eso muchas veces preguntamos a Dios: porqué y para qué nos pone tantas dificultades. Hay muchas razones para reconocer las pruebas.
En primer lugar, purifica nuestra intención, en el libro de Job dice este drama en la tierra: no hay nadie como mi siervo Job, porque cualquiera es bueno con tanta protección sirviendo, así cualquiera es bueno y fiel. (Cfr. Job 1, 8), servir a Dios por ser Dios y no por lo que Él nos da, es la manera de purificar el corazón.
San Juan de la cruz nos lo explica y habla de los sentidos de la noche y los del espíritu. La noche de los sentidos, es cuando uno hace lo que sentía, pero ahora no le encuentra sentido a lo que obtiene, tiene que ver con la sensibilidad. En los matrimonios, esta sensación de no obtener lo que esperabas pasa, por ejemplo en la llamada crisis de los 7 años del matrimonio, hay momentos que no le encuentran sentido, porque se sienten cansados, porque le falta sabor, no se encuentra el encanto que se tenía al inicio de la relación…
Todos tenemos dificultades en el trabajo, en la amistad, en las relaciones, en la oración; el problema está cuando se convierte en una especie de rutina: Job también sintió cansancio y finalmente rompió a llorar (Cfr. Job 38) y empezó a renegar del porqué de tantas cosas que le estaban ocurriendo, entró en una crisis existencial que lo llevó a no entender y comenzó a renegar, y eso que se habla de la paciencia del santo.
Sin embargo, nada tan liberador como la Sagrada Escritura, Job al final no negó a Dios. La prueba ayuda a purificar nuestra fe, que no consiste en negociar, sino en creerle a Dios.
En segundo lugar, *en la prueba aprendemos a conocernos a nosotros mismos* y conocemos nuestros límites en nuestras fuerzas.
En tercer lugar, en los momentos de prueba nos ayuda a comprender lo que es el dolor y la desolación, entender un poco mejor lo que nos ha pasado. Los que no han vivido y enfrentado dificultades ven todo más fácil, el que ha pasado por ellas ve las situaciones como pruebas que hay que pasar.
Para compartir:
1.- Haz descubierto ¿cómo Dios en su dispensación nos prepara para la prueba?
2.- ¿ Entendiste qué es la prueba y el por qué lo bueno de los tiempos malos?
Autor:
Pbro. Luis Ortega, mfc