Buscando la enseñanza de la Palabra de Dios para los tiempos de prueba, presentamos estas reflexiones, como medicina para tiempos difíciles, de dificultad, que pareciera que estuviera visitándonos con frecuencia; no las veamos sólo con los ojos humanos, porque en tiempo de prueba, las tensiones afectan en las familias.
Así, cuando sentimos que se agrietan nuestras relaciones interpersonales, es necesario la valentía, el coraje sobre las fuerzas de vivir que es más que sobrevivir. Recuerda: El Señor ha venido para que tengan vida abundante, no que sobrevivan (cf. Jn 10, 10-11). Esa fortaleza interior de encarar la exigencia de enfrentar las dificultades, de fuerza interior como coraje de optimismo al futuro; Dios no se limita para que sobrevivamos sino que tengamos vida porque «en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó (Rm 8, 37).
Por tanto, Vivir es más que sobrevivir, por eso Dios nos ha dado espíritu de victoria. Un cristiano no es quien lleva una triste lista de las miserias del mundo, sino un vigor interior.
«No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno” (Jn 17, 15): Pesa más la victoria de Dios, que no es una victoria miope, sino que conoce hasta el fondo las patrañas del mal y conoce hasta el fondo el poder del bien, es decir, victoria de la acción de Dios.
“En el mundo tendréis tribulación. Pero ánimo yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33): Eso nos da alegría de reconocer la acción del Señor, la alegría es el ambiente natural del heroísmo.
Es importante, que seamos conscientes que muchas veces no sabemos vivir, sino con ilusión de niños o con amargura de viejos, y luego la muerte… “como si no hubieran…” (Si 44, 9), es el punto medio, no como enfermos ilusos porque morirán como amargados o ilusionados.
“<<¡Mi porción es Yahveh, dice mi alma, por eso en él espero!» Bueno es Yahveh para el que en él espera, para el alma que lo busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Yahveh”. *(Lm 3, 24-26) Así, recordarás que los imperios se construyen con miedo y así es en esta tierra cuando nos ilusionamos, los imperios se construyen con miedos, y nos dan una situación inédita.
Frente al dolor mal sano, es necesario sacar esta conclusión, pensar que esto no es inédito, el terror se agobia frente a nosotros, avanza con pasos de tiranos y déspotas y sintamos que es la primera vez que sucede.
Nosotros no podemos avanzar a ritmo de niños, porque así se construyen los imperios, y la historia nos quita esa sensación ilusa, ese es el tamaño de la humanidad.
Buscar la mirada de Dios de enseñar de manera responsable, dar un vistazo a la historia y salir del hoy para no acumular odio, y olvidándose de los demás, para que haya un cambio verdadero en esta historia.
Los frutos no los vamos a ver nosotros, pero uno ha visto la victoria de Jesucristo. Los procesos toman tiempo, ese mundo lo ayudaremos a construir.
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1 .- ¿ Al ser conscientes de los procesos de sufrimientos puedes ver la dispensación de Dios en tu vida?
2 .- ¿Si «somos más que vencedores» (cf. Rm 8, 28-39), frente al dolor qué hacer?
Autor:
P. Luis Ortega, mfc