Apologética en la Liturgia de la Palabra
EL PROTESTANTISMO ES UNA ESTAFA
Miércoles, XXIV Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang y compañeros mártires. Memoria obligatoria.
Lecturas del día: 1Tm 3, 14–16; Sal 110, 1–6; Lc 7, 31–35
Comentario:
¿Sólo la Biblia basta? ¿La Biblia es la única norma de doctrina, fe y conducta?
Así reza la doctrina más importante que reúne en un solo edificio a todo el protestantismo. Su propia columna principal es al mismo tiempo su mayor fraude y debilidad. Con ese pretexto justifican sus desprecios a todo cuanto suene a católico.
La mayor debilidad de esa columna es que está toda hueca por dentro y rota en su base. Ahora bien, ¿La misma norma y doctrina no debería aplicarse a sí misma para que adquiera validez y credibilidad? Ya que la ley y el ejemplo empiezan por casa; es lógico y necesario exigir a las sectas que muestren en la Biblia donde dice que SÓLO LA BIBLIA BASTA. Siendo tan importante, no debería de aparecer una sola vez sino muchas. Todo resulta ser una falacia, un precepto humano convertido en un supuesto dato revelado por Dios, todo hecho para engañar a la gente.
Le hacen creer a la gente que para hallar la verdad es suficiente con encerrarse en una habitación y leer la Biblia: -¿Acaso dijo Cristo, «sobre una Biblia edificaré mi Iglesia?“ ¡No!, ¡jamás dijo así! Lo hizo fue sobre su apóstol Pedro, a quien encargó e hizo cabeza y pastor de su Rebaño (cf. Jn 10, 3; 21, 15-17; Mt 16, 13-19).
La primera lectura nos trae una reveladora información: La Iglesia, y no la sola Biblia, es la columna y la base de la verdad. Véase en 1Tm 3, 15: ”Pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad”. Esto concuerda con el resto de la Sagrada Escritura: Cristo es la Verdad (cf. Jn 14, 6) y la Iglesia, su Cuerpo (Ef 1, 22-23; Col 1, 18-24). La Verdad es Cristo todo, ‘Cabeza y Cuerpo, Cristo y la Iglesia’. En la propia Biblia dice que no es la Biblia, sino la Iglesia, la columna y fundamento de la verdad.
Y algo muy importante, la Iglesia entendida católicamente, es decir, universalmente, no se refiere a una iglesia estacionada siglos atrás, vista tal como si fuera objeto de anticuario. Es la Iglesia de todos los tiempos, la de cada siglo, la de ayer, la de hoy y de siempre, tal cual es Cristo su Cabeza. A los doce Apóstoles, en Jn 16, 12-14 el mismo Cristo les hizo ver lo limitada de su condición humana para contener todo el misterio de la Revelación, todo lo que la Iglesia debe conocer, vivir y anunciar; y les habló de la posteridad de la Iglesia, de aquellos ministros que vendrían a sucederles en el ministerio a través de los siglos. Así les dijo:
“Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os explicará lo que ha de venir”.
Para compartir:
1.- ¿La sola Biblia puede llevar a la unidad y a la salvación a todos seguidores de Cristo? Justifique su respuesta.
2.- ¿Qué otros fundamentos pueden reforzar que la Iglesia, y no la sola Biblia, es la columna de la verdad?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc