Apologética en la Liturgia de la Palabra
SAN BARTOLOMÉ, EJEMPLO DE HUMILDAD
Jueves, XX Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
San Bartolomé, Apóstol, fiesta.
Lecturas del día: Ap 21, 9–14; Sal 144, 10–13. 17–18; Jn 1, 45–51
Comentario:
Hoy la Iglesia Católica, Casa madre de todos los cristianos, celebra el onomástico de uno de sus doce Apóstoles: San Bartolomé. “Tradicionalmente se lo identifica con Natanael: un nombre que significa «Dios ha dado»». (1)
La lección de sus primeras palabras sobre Jesús, apenas Felipe le habla de Él, es espejo para tantas personas que, llevados por su mente carnal, desprecian todo cuanto la Iglesia Católica hace y enseña. Si así trataban al Maestro, ¿Cómo no iba a suceder también con los Suyos? Natanael dijo del Señor: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» (Jn 1, 46). Natanael habla de modo precipitado, sin antes averiguar si es verdad lo que va a decir, y se equivoca; ya que Jesús, no había nacido en Nazaret sino en Belén. No dista mucho el mismo error que cometen las sectas cada vez que juzgan a la Iglesia Católica con medias verdades, lanzando hacia ella acusaciones infundadas que terminan, muchas veces, convirtiéndose en calumnias, no contra ella, sino contra el propio Jesucristo. Hemos de tener en cuenta que, en muchos casos, lo que de la Iglesia se niega o se afirma, de Jesucristo mismo se insinúa, porque ella es su Cuerpo (cf. Ef 1, 22-23; 1Co 12, 27) y Él es su Fundador (cf. Mt 16, 17-19).
Podríamos, tal vez, comparar a Natanael con la historia de tantos hermanos que en su pasado fueron anticatólicos, y hoy son grandes evangelizadores y defensores de la misma Iglesia que tanto despreciaron. Ahora se sienten profundamente amados por Ella, al darse cuenta que Ella se alimenta realmente es de Cristo.
Natanael se ve sorprendido porque Cristo lo elogia diciendo que era un verdadero israelita sin dobles ni engaño (cf. Jn 1, 47). Quizás nunca imaginó que la razón de su vida la iba a encontrar justo en Aquel a quien despreció. Así ocurre con tantos anti católicos que nunca se imaginaron que, años después, iban a estar en el corazón de esta misma Iglesia dando la vida por ella, amando a Cristo y siendo amados por Él.
El papa Benedicto XVI, comentando el verso donde Natanael desprecia a Jesús diciendo que de Nazaret nada importante podía salir, hace ver cómo Dios sorprende siempre sacando sus mejores tesoros de donde los hombres menos lo imaginamos:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?» (Jn 1, 46). Esta especie de contestación es, en cierto modo, importante para nosotros. En efecto, nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía provenir de una aldea tan oscura como era precisamente Nazaret (véase también (Jn 7, 42). Pero, al mismo tiempo, pone de relieve la libertad de Dios, que sorprende nuestras expectativas manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperaríamos. Por otra parte, sabemos que en realidad Jesús no era exclusivamente «de Nazaret», sino que había nacido en Belén (cf. Mt 2, 1; Lc 2, 4) y que, en último término, venía del cielo, del Padre que está en los cielos”. (ibidem)
La libertad de Dios, y su manera de hacernos mirar hacia donde no queremos para encontrarle, debe poner en reflexión a quienes viven como saltimbanquis de una secta a otra y descartan radicalmente ir a buscar a Cristo en la Iglesia Católica.
Fuente:
(1) Documento en línea: BENEDICTO XVI, papa. Catequesis: Audiencia general (04-10-2006). [deiverbum.org/08-24_fiesta_san-bartolome-apostol_homilias/]
Para compartir:
1.- ¿Qué precaución espiritual nos debe dejar el testimonio del apóstol Bartolomé (Natanael)?
2.- ¿Encuentras alguna otra enseñanza de utilidad apologética en las lecturas bíblicas de la Liturgia de hoy?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc