Apologética en la Liturgia de la Palabra
IDEOLOGÍA DE GÉNERO; SORDA E IMPOSITIVA
Viernes, XIX Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: Jos 24, 1–13; Sal 135, 1-3. 16-18. 21-22 .24; Mt 19, 3–12.
Comentario:
Entre los activistas de la ideología de género y los judíos que abordaron a Cristo en el evangelio de hoy no hay mucha diferencia.
Los activistas de esta ideología van a Dios ya con el libreto de sus antojos firmado y sellado (leyes gubernamentales) para vulnerar Su plan de crearnos HOMBRE Y MUJER, e imponer el propio, que ni saben al fin, ellos mismos, cómo llamarlo. Al mismo nombre de su comunidad, que empezó con las letras LGTB, le han añadido tantas letras, y le seguirán añadiendo tantas como nuevas alternativas y caprichos vayan apareciendo, que llegará un momento en que no les alcance las letras del abecedario para poderse presentar. Si se le ocurriese a algún lunático decir que se siente gato o perro o caballo o águila, y no hombre o mujer, o lesbiana o gay, y que debe haber una ley que se lo apruebe, ese día, le añadirán un nuevo signo a su nombre corporativo.
Los judíos fueron a Cristo a jugarle una trampa, y le preguntaron si era lícito o no que un hombre despidiera a su mujer por cualquier motivo. Pero, muy a pesar de que la respuesta de Cristo fue clara, perfecta y contundente; ellos, sin embargo, insistían en ponerse de lado de la agenda de sus antepasados que hicieron doblegar la voluntad de Moisés hasta imponerle su capricho, de usar las leyes para eludir sus obligaciones de equidad y fidelidad con sus respectivas esposas, estableciendo como permitido un capricho egoísta que le justificara luego los tratos inhumanos e injustos hacia la mujer.
Jesús les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre» (Mt 19, 4-6).
No obstante que Cristo les dio la verdad, ellos llevaban ante Él un plan establecido. No fueron a dialogar sino a imponer, a manipular y a ver cómo deshacerse de Él. Actuaban con Él igual que sus antepasados con Moisés, con actitud impositiva, manipuladora, hecha de trampa, cerrada al diálogo. Así es una ideología, así es la ideología de género: Tal cual le hablan a la Iglesia Católica los activistas de esta ideología.
Jesús dijo a los judíos: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no fue así». (Mt 19, 8).
Tenemos ante nuestros ojos cómo nace y vive la ideología de género. No obstante, sabiendo cuál es el plan de Dios de crearnos HOMBRE Y MUJER para proteger y continuar la vida humana, sus activistas exigen que sea establecido un nuevo ordenamiento: «Cualquiera con cualquiera y que nadie me prohíba nada».
Para compartir:
1.- ¿Por qué la ideología de género no tolera el diálogo con modos de pensar distintos a su agenda?
2.- ¿He tenido, alguna vez, ese tipo de actitudes que se acercan al modo de ser una ideología: imposición y obstrucción al diálogo?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc