*Lecturas del día:* Is 60, 1–6; Sal 72, 2, 7–8, 10–13; Ef 3, 2–3, 5–6; Mt 2, 1–12.
La Solemnidad de este Domingo nos invita a profundizar en la Universidad de la Salvación que el Padre ha querido manifestarnos en Cristo, su Hijo.
La Divina Revelación manifiesta que el Plan Divino de la Salvación se ha mostrado como una expansión en la que, tras el pecado, Dios ha llamado a un hombre, Abraham, para hacer surgir una descendencia física y espiritual. De esta manera, el proyecto de Dios nunca ha estado restringido a un determinado pueblo, lengua y/o cultura, sino que ha buscado la manera de alcanzar a todos los hombres. La forma en cómo la resume el Apóstol San Pablo en su primera Carta a Timoteo es muy precisa: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues no hay más que un solo Dios y Padre y un solo Señor: Jesucristo, único Mediador entre Dios y los hombres.”
El Padre se nos ha manifestado en Cristo para destruir así los ídolos, y las falsas y egoístas ideas que podemos tener sobre Dios.
Por eso, en esa Solemnidad reconocemos que la Misión es la forma específica en la que Dios hace llegar su Salvación en Cristo a todos los hombres, pues sólo en Él podemos adorar al Padre en Espíritu y Verdad.
Por tanto, la Iglesia, y de manera especial, nuestra Iglesia Católica en América Latina, debe asumir y reasumir el llamado discipular y misionero que el Espíritu Santo suscitó para ella en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, y el llamado a la Misión que el Papa Francisco ha lanzado en la Evangelii Gaudium. Una Iglesia que no es misionera, no es auténticamente cristiana; porque, si no arde en deseos de evangelizar y misionar, es porque nos ha creído verdaderamente en Jesús, el Enviado del Padre.
Dejemos de escudarnos bajo una falsa teología de la Salvación que nos hace creer que todas las religiones son iguales y no llevan a Dios, y comencemos a tomar en serio nuestra responsabilidad de ser miembros de la Iglesia Católica.
*Para compartir:*
- Como miembro de la Iglesia, ¿has correspondido al deber evangelizar, que atañe a cada cristiano?
- ¿Cómo puedes tú convertirte en Misionero transmisor de la Salvación en Jesús?
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc.