Lecturas del día: 1Jn 4, 7–10; Sal 71, 2–4, 7–8; Mc 6, 34–44
Comentario:
En la escucha de la Palabra de Dios, en esta segunda semana de Navidad, hemos recibido el pasaje de la primera Carta de San Juan 4, 7 – 10, así como el relato de la multiplicación de los panes y los pescados en el evangelio de San Marcos. Y en su conjunto, ambas lecturas tienen algo que enseñarnos apologéticamente.
Tal vez como herencia del pensamiento protestante que apela a la libre e individualista interpretación de la Sagrada Escritura, sucede frecuentemente que las personas toman algunos textos o frases y los interpretan desde sus ideas, juicios y pensamientos.
De esta manera, el enunciado “Dios es Amor” (1Jn 4, 8) ha caído en este tipo de interpretación y en consecuencia, se ha desfasado de múltiples maneras. Así, se llegan a hacer interpretaciones incluso pecaminosas, tales como la promoción de los actos homosexuales o hasta la promoción del aborto en «Nombre del Amor».
Lo peor de todo es cuando estas interpretaciones se ven respaldadas por sectas e iglesias protestantes que han comenzado a «bendecir» este tipo de uniones equiparándolas al matrimonio y la familia, según el Proyecto salvífico y revelado por Dios.
No nos engañemos ni nos dejemos engañar: La Sagrada Escritura nunca puede interpretarse fuera del Depósito de la Divina Revelación. Por tanto, sólo en este Depósito cada palabra y cada frase bíblica encuentra su sentido, su significado y su plenitud.
Que el Amor de Dios manifestado en Jesucristo nos lleve a todos a la Conversión en el Amor, no reduciéndolo a nuestros antojos o inquietudes, sino según su Voluntad en el Espíritu Santo.
Para compartir:
1. ¿He caído en el error protestante de la libre interpretación?
2. ¿He buscado participar en un curso de formación bíblico – teológica y lo he concluido?
3 ¿Realmente vivo y manifiesto a los demás el verdadero y más genuino amor que sólo brota de Dios?
Elaborado por:
P. Cristopher Cortés