Tercer Domingo del Tiempo Ordinario, solemnidad
*Lecturas del día:* Jon 3, 1-5.10; Sal 24, 4-5ab.6-7bc.8-9; 1Co 7, 29-31; Mc 1, 14-20
*Comentario:*
Hoy en día no faltan los mensajes “apocalípticos”, del fin del mundo, del “inminente” retorno de Cristo, del Juicio Final y otros tantos temas de la misma índole. Incluso, ciertos grupos religiosos tienen su origen en el énfasis que les han dado a este tipo de mensajes (como los Adventistas y los Testigos de Jehová). Entre católicos tampoco es extraña esta realidad. Un ejemplo lo tenemos en las fantasías que se han tejido en torno al “tercer secreto” de Fátima, minimizando el resto del mensaje que diera la Santísima Virgen.
Vistos fuera del magisterio de la Iglesia, las lecturas que hoy nos trae la liturgia fácilmente lo usan estos cristianos “fatalistas” como evidencia del énfasis que otorgan a su predicación. Así, en el evangelio de hoy muchos ven esas palabras de Jesús como un mensaje final: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios (…)”. Para ellos el “Reino de Dios” es la segunda venida de Cristo y la destrucción del mundo (“confirman” su punto de vista con pasajes como: *Mt 24, 1-14.29-44; 1Co 15, 24; Ap 4, 1; 6, 3-8.12-17*). Ven la respuesta “inmediata” de Simón, Andrés, Santiago y Juan *(Mc 1, 14-20)* como la actitud que se debe asumir en estos tiempos para “salir YA” a anunciar el fin del mundo. Descontextualizando el texto de San Pablo (en *1 Co 7, 29-31*) repiten: “el momento es apremiante (…) porque la representación del mundo se termina”. Muchos quieren ser el Jonás de estos tiempos y anunciar que: “(…) dentro de cuarenta días Nínive será destruida” *(Jon 3, 4)*.
Lo que no entienden es que el Reino de Dios es “justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” *(Rm 14, 17)*, ya está entre nosotros *(Lc 17, 20-21)* y no es de este mundo *(Jn 18, 36)*. La respuesta “inmediata” que debemos dar es la CONVERSIÓN a ese Reino; esa fue la respuesta “inmediata” de los apóstoles. Siendo así, lo más importante no fue la proclamación de Jonás, sino la CONVERSIÓN de los Ninivitas lo que llevó a Dios a no ejecutar la catástrofe anunciada *(Jon 3, 10)*.
Recordemos sobre este punto la enseñanza de la Iglesia:
“El Reino de Dios está entre nosotros. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a través de todo el Evangelio, (…) adviene en la Ultima Cena y por la Eucaristía está entre nosotros. (…) llegará en la gloria cuando Jesucristo lo devuelva a su Padre (…)”*(1)*.
*Fuente:*
*(1)* Catecismo de la Iglesia Católica, Numeral: 2816.
*Para compartir:*
1.- _¿Has tenido un interés por los “eventos futuros” que en lugar de acercarte a Dios, te quita la paz de estar con Él? ¿Cómo lo has manejado?_
2.- _¿Qué otros textos bíblicos conoces que suelen ser usados por los cristianos “fatalistas” para predicar un mensaje de miedo, en lugar de anunciar la esperanza del evangelio?_
*Elaborado por:*
Nelson Ledezma, mfc