*Apologética en la Liturgia de la Palabra*
Martes, IV Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
*Lecturas del día:* Hb 12, 1–4; Sal 21, 26–28. 30–32; Mc 5, 21–43
*Comentario:*
La carta a los Hebreos nos trae hoy, extraordinarias pistas para encontrar y permanecer en la fe verdadera.
No son pocos los que ante los “milagros” que ven en una secta protestante, y al leer en la Biblia pasajes donde Jesús hace milagros (cf. Mc 5, 21-43) creen que al fin llegaron a la Iglesia Verdadera. Estos son imprudentes y ceden fácilmente a la apostasía. De ellos dice san Pablo, “se condenarán por no haber aceptado el amor a la verdad que les hubiera salvado” ; porque prefirieron dejarse seducir por “la hipocresía de embaucadores que tienen marcada su conciencia al fuego”, que los encantaron “con toda clase de milagros, signos y señales prodigiosas” (cf. 2Ts 2, 3-10).
Otros, en cambio, no se dejan seducir por esos espejismos hipnotizadores de conciencias, y saben bien que Cristo ya nos había advertido que tales actos no son más que prodigios del maligno y manifestaciones del impío, del hijo de la perdición, para separar de la fe verdadera a los elegidos de Dios (cf. Dt 13, 1-5; Mt 7, 21-24; 24, 23-26; 1Co 13, 2; 2Ts 2, 9-12).
Los atletas que vencen las pruebas en la fe:
Tenemos a Cristo que dirige en medio de las pruebas y lleva como estandarte de victoria una cruz (cf. Hb 12, 2); y tenemos a los Santos, la innumerable nube de Testigos que nos rodean y nos alientan a correr hasta el final para alcanzar la corona de gloria que nos espera (cf. Hb 12, 1).
El «Cristo» que los protestantes tienen en su carrera es falso. Ellos, como dice san Pablo, vienen “predicando otro Jesús del que os prediqué” (2Co 11, 4): Hablan de un Cristo que corre en la prueba tirando la cruz a un lado y llevando en sus manos un ramo de rosas sin espinos; y, así detrás suyo, sus seguidores. ¡No quieren la cruz antes de la gloria! Y, en las pruebas, no quieren la ayuda de los Santos, porque piensan que estorban.
La fe exige valentía en medio de la adversidad.
Muchos católicos tienen que soportar los embates del proselitismo de las sectas, del ateísmo práctico, de las dictaduras ideológicas, las ofertas de la Nueva Era, la brujería y el espiritismo, y las disensiones internas dentro de la misma Iglesia. Ellos, gracias a la promesa y la presencia eterna de Cristo (cf. Mt 16, 17-19; 28,20) y a la fuerza protectora del Espíritu Santo (cf. Mc 13, 11; Jn 14, 26; 16, 13), perseveran, luchan y vencen.
El Salmo 21 debemos verlo no sólo como un himno a la fidelidad de Cristo a su Iglesia, sino también a la fidelidad de muchos cristianos que permanecen firmes en el cumplimiento de los votos que, mediante sus padres, hicieron de niños en el bautismo; y también, la de muchos que buscando a Cristo por medio del correcto entendimiento de su Palabra y buscando la verdad, llegan inesperadamente a la Iglesia Católica.
*Para compartir:*
1.- ¿Cómo ha sido tu propia travesía de pruebas que has vivido en la fe?
2.- ¿Qué herramientas has adquirido con esta publicación para fortalecer tu fe y superar las pruebas que te esperan?
*Elaborado por:*
David Meneses, Mfc
P. Héctor Pernía, Mfc