Viernes, VII Semana del T. Ordinario
*Lecturas del día:* Sir 6, 5-17; Sal 119, 12. 16. 18. 27. 34, 35; Mc 10, 1-12.
*Comentario:*
Una de las cosas que Jesús tuvo que afrontar durante su ministerio y la predicación del Evangelio fueron las situaciones de pecado que – incluso en nombre de la Ley dada a Moisés – se habían instalado en la vida y costumbres del Pueblo de Israel.
El problema respecto al matrimonio y la posibilidad del divorcio no estaba sólo en la forma en como los rabinos del tiempo de Jesús interpretaban el texto de Dt 24, 1- 5, sino en que Jesús al negar la posibilidad del divorcio – por así decirlo – refuta esta Palabra de «Dios» (cf. Mc 10, 1-12).
Sin embargo, Él distingue claramente entre palabras de Moisés y Palabra de Dios. Por éso es que al señalar que Moisés permitió el divorcio fue por dureza de corazón, más no porque el divorcio forme parte del Plan ORIGINAL de Dios.
Por esta razón, lo que Jesús hace es una restauración del Proyecto divino desde su autoridad como Hijo de Dios y muestra que el Divorcio ya no es necesario porque «la Ley fue dada por medio de Moisés; mas la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo» (cf. Jn 1,17).
Tristemente en la Historia de la Iglesia fue la terquedad de un Rey: Enrique VIII, la que por su adulterio con Ana Bolena llevó a la separación de la Iglesia en Inglaterra, la Iglesia Anglicana, de la cual se han desprendido la mayoría de las sectas protestantes estadounidenses y que, algunas veces, siguen procurando una degeneración moral del cristianismo.
Pero los católicos andamos también muy perdidos: muchos ya no se casan, otros se casan y se divorcian, algunos sin casarse están comulgando en pecado mortal, otros están casados y viven en adulterio, etc.
Necesitamos una Conversión auténtica de tal forma que la gran mayoría del Pueblo de Dios reasuma su vocación al Matrimonio como una decisión de ser Fiel a Dios para poder ser Fiel al cónyuge.
*Para compartir:*
1. ¿Tu corazón sigue endurecido y por éso prefieres buscar pretextos para no vivir según la Palabra de Dios?
2. ¿Cómo puedes ayudar a quienes han vivido situaciones de divorcio o separación?
*Elaborado por:*
P. Cristopher Cortés, mfc