*Lecturas del día:* Ez 17, 22–24; Sal 91, 2–3, 13–16; 2Cor 5, 6–10; Mc 4, 26–34.
*Comentario:*
Hoy en la Liturgia de la Palabra Dios nos bendice en abundancia con las enseñanzas que nos da para proteger y fortalecer nuestra fe:
Ante la idolatría al cuerpo humano:
Resiste y vence todas las tentaciones del maligno a enamorarse e idolatrar el propio cuerpo humano, con las palabras que nos envía el Señor en 2Cor 5, 6. 8-9: «mientras habitamos en el cuerpo, vivimos desterrados lejos del Señor. (…) preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso, bien en nuestro propio cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle».
Para prevenirnos ante el peligro de obsesionarse por la fascinación de la propia belleza, o de acomplejarse por defectos o deformaciones corporales, al inicio de ese mismo capítulo (5, 1-2) se nos hace conscientes de la caducidad de nuestro cuerpo, el cual se va desmoronando poco a poco, en figura, como don pasajero que nos prepara para gozar de uno glorioso en el cielo.
Ante la engañosa teoría de la Reencarnación:
Rebate la falsa promesa de que luego de morir tendremos otras vidas, tomando para sí y para todos con los que puedas compartir, la misma esperanza que día a día movía a san Pablo su vida en la tierra: «Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.» (2Cor 5, 8).
Si Pablo hubiera tenido el conocimiento y la certeza de la reencarnación, lo más seguro es que la hubiese hecho manifesta al indicar el paso siguiente a su existencia en la tierra. Seguro habría aludido a su siguiente, o a ulteriores vidas en este mundo. Pero no. Lo que el Espíritu Santo le anunció fue su juicio personal ante Cristo y su respectivo destino, paraiso o purificación; tal como se lo predicó en su primera carta a los cristianos de Corinto 3, 13-15.
Estamos pues, cimentados en la feliz esperanza de que la siguiente vida es eterna, con nuestro Señor Jesucristo, y no reciclados en el cuerpo extraño de quien sabe qué persona o animal.
Ante sectas y religiones que niegan que Cristo es Dios
El versículo diez de la segunda carta de San Pablo a los Corintios nos conduce a confirmar que Jesucristo es Dios verdadero. Tal conclusión se obtiene al correlacionar ese texto con su par en *Rm 14, 10,* donde dice que nos presentaremos ANTE DIOS para rendir cuenta de nuestras vidas, y aquí, en *2Cor 5, 10* nos especifica que nos presentaremos ante Cristo.
Ante quienes mantienen la doctrina luterana de la justificación mediante la «SOLA FE».
Sabemos que tal enseñanza es simple elaboración humana que no viene de Dios, porque ante Cristo nos va a justificar lo que aquí en la tierra hayamos hecho y no lo que hayamos declarado. Así dijo San Pablo: «Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.» *(2Cor 5, 10).*
*Para compartir:*
1.- ¿Qué grupos o personas conoces que tienen su fe enferma por haber creído en las falsas doctrinas que fueron abordadas en esta publicación?
2.- ¿Qué argumentos podemos tener como apoyo para rebatirlas?
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc