Comentario:
¡Tan grande Bernabé fue, que muy digno del título de apóstol es!
Hoy – 11 de junio – celebramos la fiesta de San Bernabé, a quien la Iglesia honra y reconoce con el título de apóstol, por haber sido tan entrañable y sólida su convivencia con los Doce Apóstoles. Era tal la confianza que tenían hacia él, que le confiaron nada más y nada menos, la autoridad de atender, acompañar y encaminar al recién convertido Saulo, para incorporarlo a la única Iglesia de Cristo.
San Bernabé es, por su íntima unión con Cristo y con la Iglesia naciente, un digno modelo para iluminar y encontrar el camino para llegar al corazón de Cristo. Él va delante nuestro diciéndonos:
- “el camino hacia Cristo está en su Iglesia, en la comunión fiel a la roca apostólica, en la obediencia a los pastores que Cristo confió y autorizó para conducir el rebaño hacia el Reino de los cielos, en el celo por unir a los cristianos en una misma fe, en un solo bautismo.” (cf. Ef 4, 5)
Acerquémonos al Sagrado Corazón de Jesús para contemplarle, amarle y dejarnos amar por Él, imitando la madurez y el compromiso de San Bernabé como bautizado, estando inmerso en la realidad para transformarla; es ofrecer a Dios con alegría las fatigas, los desvelos, los riesgos, los esfuerzos, las privaciones y alegrías de quien trabaja incansablemente por extender y construir el reino de Dios en todas partes. San Bernabé fue el gran compañero de viajes de san Pablo, y compartió con él la lluvia, el sol, el naufragio, el hambre, la persecución, el cuidado por cada comunidad que evangelizaban. Eso es estar cerca el corazón de Cristo.
En estos tiempos, donde se desprecia el esfuerzo y el trabajo, donde la mano de obra es desplazada por la mecanización y la robótica, donde se huye de las manos callosas y curtidas de trabajo y se idolatra la piel suave y perfumada y el relax de los ejercicios yoga domina la semana, se corre el peligro de desvirtuar la verdadera devoción y adoración al Sagrado Corazón de Jesús. Gran número de cristianos se ha dejado seducir por el absorbente y envolvente imperio del subjetivismo, de los sentimientos, de las emociones fugaces, del “¡vivir el momento y punto!”.
Debemos alejarnos y cuidarnos de no infestar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús de “espiritualidades” dañinas que anestesian la conciencia y la adormecen en un falso pietismo usado como escondite y excusa para huir del trabajo evangelizador. ¡Cuánto llamado del papa Francisco a que todos los católicos se pongan en Iglesia en Salida!; y, ¿cuántos acudieron? ¿cuántos están en ello? De cada 100 católicos, ¿cuántos hacen algo para evangelizar en la misma comunidad donde viven? La respuesta es, ¡solo poquísimos lo hacen!
Oh, San Bernabé apóstol. Con tu santa intercesión y el heroico ejemplo como discípulo misionero del Evangelio, ayúdanos a reencontrar la verdadera devoción al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo
Para compartir:
1.- ¿Estás respondiendo a tu vocación cristiana con generosidad?
2.- ¿Estás respondiendo a tu vocación específica con entrega y decisión?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc