*Lecturas del día:* Nm 21, 4b – 9; Sal 77; Jn 3, 13 – 17
Comentario:
En el Calendario Litúrgico de nuestra Iglesia hoy celebramos la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz que recuerda la fecha en que la Reliquia principal del Madero, del cual pendió el Santísimo Cuerpo de nuestro Señor Jesús, fue recuperada tras haber sido arrebatada por las invasiones persas del siglo VI d.C. Esta fiesta es diversa a la del 3 de mayo, en la cual celebramos la Invención (palabra que en latín significa «Descubrimiento») de la Santa Cruz realizada por Santa Elena en su peregrinaje a Jerusalén para rescatar la memoria de los Santos Lugares de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Tal y como acontecia con los paganos y judíos (Cfr. 1 Co 1 y 2), la Cruz era un objeto que no encajaba con las ideas de soberanía y de gloria que sobre Dios se habían hecho, sobre todo en la cultura del Imperio Romano que había hecho de la Cruz un signo de opresión, vergüenza y escarnio público.
Por éso, cuando los Apóstoles comenzaron a anunciar el Evangelio, tanto en Jerusalén como en el resto del Imperio, aunque pudieron callar u omitir esta parte sobre la Vida de Jesús, se dieron cuenta de que en ella residía la Fuerza y la Singularidad misma de la Buena Noticia, pues en un mundo en donde los dioses eran vistos como déspotas que actuaban caprichosamente sobre los hombres, el Dios verdadero había querido mostrar su amor por el mundo muriendo por ellos, hasta el extremo de la Cruz.
Por tal razón es absurda la predicacion, ya sea entre los protestantes o entre los católicos, que oculta, manipula o se avergüenza de la Cruz, que la considera un objeto indeseable o que afirma que no puede mirar el «arma» en la cual Jesús fue asesinado. Y lo es sobre todo porque en ningún pasaje del Nuevo Testamento la Cruz es presentada como algo vergonzoso, sino como la muestra del AMOR EXTREMO DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
Por lo tanto, como lo afirma San Pablo en la *Carta a los Gálatas 6:* “Líbrenos Dios de gloriarnos en algo que no sea la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para nosotros y nosotros para el mundo.”
Para compartir:
1. ¿Tienes una Cruz en tu casa y está colocado en un lugar honroso?
2. ¿Has visto que la Cruz es también un símbolo del Amor de Dios para algunos Cristianos no Católicos?
Elaborado por:
P. Christopher Cortés, mfc