Apologética en la Liturgia de la Palabra
Miércoles, II Semana de Cuaresma. Ciclo A
Lecturas del día: Jr 18, 18–20; Sal 30, 5–6. 14–16; Mt 20, 17–28
Comentario:
“Venid e hirámosle en su propia lengua. No estemos atentos a todas sus palabras” (Jr 18, 18).
Así actuaron contra Jeremías los rebeldes contra Dios, y los sumos sacerdotes del sanedrín judío contra el mismo Dios, en la persona de su Hijo Jesucristo. Así lo hacen hoy, sus herederos, contra el cuerpo de Cristo, la Iglesia Católica; aquellas denominaciones que se cierran y oponen al diálogo ecuménico. Viven para destruir la Iglesia Católica, al tiempo que ignoran y desprecian cuanto haga o diga.
Así se comportan las ideologías y las dictaduras ante los pueblos y sus voceros; no admiten “otro”, no aceptan diálogo. Tienen boca, pero no oído; y, a quienes dominan, les dejan usar solo su oído, y les impiden que usen la boca: ¡prohibido preguntar y cuestionar!
Así actúan en Facebook, YouTube u otras redes sociales, algunos miembros de grupos protestantes y personas que dicen ser ateas, que solo se ocupan de buscar cuanto católico se exprese en esos medios para destruirles y sabotearles sus publicaciones o mensajes. Los católicos les escriben, con argumentos, fundamentos y sólidas evidencias, pero ellos se hacen la vista gorda, y evaden los planteamientos con ofensas, injurias y medias verdades.
Yo desgasté tiempo durante muchos meses en esas discusiones estériles; por eso me fui hacia una apologética más pastoral que posibilite llegar, desde cada Parroquia, de modo conjunto y perdurable con el resplandor de la fe católica, a millares de almas sedientas de la Verdad plena en zonas rurales y urbanas de los pueblos. No hay nada más absurdo y erróneo que intentar dialogar con personas que ya se creen salvas y santas, y que aseguran que nunca más volverán a pecar. ¡Para ellos, decir católico, es decir demonio; lo peor que pueda haber en la tierra!
El camino de esta apologética – pastoral – es muy silencioso y largo, pero más efectivo y necesario; pues toca y renueva desde dentro, las columnas y estructuras de la Iglesia.
La película de la intolerancia y el anti catolicismo enfermizo y fanático, no solo se ve en las pantallas de las redes sociales y el internet. La ven y la padecen, como una tortura incesante, los católicos que se mantienen firmes en la fe en medio de un grupo familiar o laboral que ha licuado la fe cristiana con doctrinas protestantes, ideologías dominantes, costumbres paganas, ocultismo, hechicería o espiritismo. El maltrato verbal y psicológico es incesante.
¿Por qué sufre tanto rechazo el católico? Porque es necesario que el cuerpo, la Iglesia, pase por donde pasó Cristo, su Cabeza (cf. Ef 1, 22-23): el insulto, la ofensa, la difamación, la calumnia, el maltrato, la crucifixión; en fin, la muerte.
Para compartir:
1.- ¿Por qué motivos las Sectas y los poderes de este mundo centran su agresión hacia la Iglesia Católica?
2.- ¿Has sido víctima de agresión o acoso por ser católico? ¿De qué manera?
Elaborado por:
P. Héctor Pernía, mfc