Semana Santa

En Semana Santa se ven los síntomas de una especie de Alzheimer en la fe que ha venido propagándose a lo largo de todo el año entre los cristianos. Como los enfemos de Alzheimer, que no reconocen ni quiénes son ellos, ni quienes les rodean, mientras los discípulos concientes están en vela acompañando y meditando cada paso de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, ellos andan extraviados. decir Semana Santa para ellos es sinónimo de playa, fiestas, licor, turismo, lujuria, consumo. Los más enfermos, ven una imagen de Cristo y dicen que ese es el demonio. En una familia donde hay enfermos de Alzheimer, los que conviven con estos pacientes, sobrellevan una difícil cruz de paciencia y padecimiento, dado que no distinguen que son miembros muy íntimos de su familia. Así, los católicos sufren, cuando las sectas los tachan de idólatras, e, incluso de asesinos. Idólatras por llevar una representación de Cristo en procesión, asesinos porque hacen memoria, cada año, mediante el viacrucis, de su camino al Calvario para redimirnos. Ellos no saben, o se hacen que no saben, que en esos días, los cristianos renuevan su conciencia de ser pecadores y acuden a Cristo agradecidos por su Sacrificio redentor, y preparados para celebrar, por todo lo alto en la Vigilia Pascual, que venció a la muerte y resucitó para siempre.