Domingo II de Cuaresma.
*Lecturas del día:* Gn 12, 1–4; Sal 33, 4–5, 18–20, 22; 2Tim 1, 8–10; Mt 17, 1–9.
*Comentario:*
*¿Las almas se mueren?*
El relato de la transfiguración del Señor trae un detalle que deja sin fundamento la doctrina de los Testigos de Jehová, según la cual afirman ellos: _“los muertos no pueden hacer nada ni pueden sentir nada (…) están en un estado de inconciencia completa”_(1). Sostienen que el alma de las personas deja de existir con la muerte, y su espíritu, considerado por ellos simplemente como una fuerza de vida, no como un ser espiritual, vuelve o retorna a Dios, y Él, la vuelve a dar cuando da vida. (2)
El episodio de la transfiguración del Señor nos narra que Jesucristo se encontraba conversando con Moisés y Elías *(cf. Mt 17, 3);* dos hombres que habían existido siglos atrás. Saltan algunos interrogantes que dejan a la luz una serie de incoherencias:
Dice el evangelio que Jesús hablaba con dos personas, y da el nombre de ellas, Moisés y Elías, indicando que no existe esa tal fuerza vital de la que hablan los Testigos de Jehová, ni tampoco murió el alma de ellos, como ellos también aseguran.
Dicen, en común con otras sectas, que los muertos no pueden hacer nada. De ser así, ¿cómo es que se le aparecieron a Jesucristo y conversaban con él? Muy de tinieblas y obras del maligno poner por verdad algo que es falso, y cómo es revelado por Dios, un engaño que la propia Sagrada Escritura deja al descubierto.
*¿Solo con fe me salvo?*
Muy útil, también, destacar lo que nos dice la segunda lectura sobre la relación entre la fe y las obras. Varias sectas, herederas de la doctrina de Martín Lutero de la justificación sólo por la fe, sostienen la inutilidad de las obras para salvarse. San Pablo nos anuncia que la Salvación nos ha venido por determinación y obra de Jesucristo; pero demuestra, con su propia vida, la necesidad del hombre de abrirse e involucrarse en su totalidad como persona en pensamiento, palabras y obras.
Dice que Cristo _“nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús”_ *(2Tim 1, 9);* pero nos exhorta: _“No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,” *(v. 8)*
*Fuente:*
1] _INTERNATIONAL BIBLE STUDENTS ASSOCIATION, “Usted puede vivir siempre en el paraíso en la tierra”._ Brooklyn, New York, USA. pág. 77. Este es uno de los libros clásicos que recoge la doctrina de los Testigos de Jehová.
2] Idem, 78.
*Para compartir:*
1] _¿Es acorde con la Palabra de Dios la doctrina de las sectas que creen en la aniquilación o muerte del alma?_
2] _¿Qué relación presenta san Pablo entre la gracia y las obras para la vida del cristiano?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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