Natividad del Señor. Misa del día.
*Lecturas del día: Is 52, 7-10; Sal 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6; Hb 1, 1-6; Jn 1, 1-18. *
*Comentario:*
¿NACIÓ JESÚS UN 25 DE DICIEMBRE?
Pbro. Héctor Pernía, mfc
Hay quienes discrepan y objetan tal fecha. Afirman que Jesús nació en otro momento del año. Unos aseguran una versión; y, otros, otra. Y ¿la Iglesia Católica? Por su antigüedad y por ser la Iglesia fundada por Cristo, es de razón natural que posea el conocimiento más seguro y confiable sobre este tema. Por eso, se debe poner atención a su enseñanza; y, para esto, se preparó esta publicación, guiada por la excelente exposición que nos hace el Pbro. Alexander Castro, doctor en Historia y párroco de la Iglesia San Cayetano, de la Arquidiócesis de Caracas. En su magistral enseñanza, nos entrega varias vías de respuesta al porqué se celebra la Navidad el 25 de diciembre:
Primera fuente: los cristianos de Roma en el siglo I
La primera comunidad que empezó a celebrar el nacimiento de Cristo, fue la comunidad de Roma, ya en el siglo primero. Porque la tradición que ellos traían era esa. Recordemos que la comunidad cristiana de Roma se formó con todas aquellas personas que huyeron de Jerusalén después de la muerte de Esteban y formaron esa comunidad. Cuando Pedro y Pablo llegan a Roma, se estima que en la ciudad había unas doscientas mil personas que eran cristianas. Lo que no había era Jerarquía; no había obispos, y presbíteros, ni diáconos. No había servidores.
Ellos ya celebran ese día. ¿Por qué? Porque ellos toman varios puntos muy característicos, que son los siguientes: en el evangelio de Lucas, que es uno de los que se usaban en aquel momento. Estamos hablando de finales del siglo I y comienzos del siglo II, dice bien claro, en el que llaman cántico de Zacarías, “porque vendrá el sol [Jesucristo] que nace de lo alto” (Lc 1, 78). Esa es una forma de hablar, una manera de expresar, en la cual se está anunciando y refiriendo a una fecha: el Sol nace el día del Solsticio de invierno que, en aquella época, era el 25 de diciembre. Fecha importantísima para los judíos porque era el día de la consagración del templo de Jerusalén. Era una fiesta grande para los judíos. Allí no tiene nada que ver que en el mundo greco romano también se celebraba en ese día la fiesta del nacimiento del sol, porque esa fiesta del nacimiento del sol se daba en todas partes del mundo a la vez. Veamos los detalles históricos que describe el primer libro de los Macabeos de cuándo y cómo se celebró y se estableció dicha fiesta:
“El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al romper el día y ofrecieron sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido un sacrificio conforme a la Ley. Precisamente fue inaugurado el altar con cánticos, cítaras, liras y címbalos, en el mismo tiempo y el mismo día en que los paganos lo habían profanado. El pueblo entero se postró rostro en tierra y adoró y bendijo al Cielo que los había conducido al triunfo. Durante ocho días celebraron la dedicación del altar y ofrecieron con alegría holocaustos y el sacrificio de comunión y acción de gracias. Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas y les pusieron puertas. Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los paganos quedó borrado. Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, decidió que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con alborozo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar”. (1M 4, 52 – 59). Ver también en 2M 10, 5-8.
El padre Miguel Marín, de la Diócesis de Guarenas, Venezuela, acota a este dato bíblico lo siguiente:
“El mes de quisleu caía en lo que para nosotros es noviembre y diciembre, y sale “el día veinticinco del noveno mes” (1M 4, 52). Es la fecha cuando se estableció la fiesta de la dedicación del templo, como lo acabas de leer en el texto bíblico, y en 2Mc 10, 5-8, donde se explica que el templo fue inaugurado por los macabeos en el año ciento cuarenta y ocho antes de Cristo y esa fiesta llega a la época de Jesús, y él asistía al templo todos los veinticinco de diciembre para celebrar esa fiesta, y ese día era su cumpleaños. A Él le gustaba ir el día de su cumpleaños a la fiesta de la dedicación del templo e hizo muchos milagros que están narrados en los evangelios, como la sanación del paralítico en la piscina de betesda (Jn 5, 1-16). Era el mes de Quisleu, que era el mes de las luces. Los judios lo celebran todavía todos los años. Se la conoce con el nombre de Jánuca o fiesta de las luminarias, el candelabro de nueve brazos, y celebran un octavario de una vela todos los días, algo semejante a los cristianos que celebran una misa de aguinaldo todos los días hasta cumplir las nueve Misas antes de la celebración del nacimiento de Jesús, y ellos, ocho días, y luego encendían la última vela el 25 de diciembre que es el Jánuca, y para el cristiano es Navidad. Y no hay ningún argumento convincente que pruebe lo contrario”.
En resumen, [p. Héctor Pernía, mfc]: El 25 de diciembre, los paganos celebraban la fiesta del nacimiento del sol; los judíos, celebraban ese mismo día la consagración del templo; y, ¿los cristianos, especialmente los de Roma a finales del primer siglo?: El nacimiento del Sol que nace de lo alto; es decir, el nacimiento de Cristo.
Objeción sobre el censo Cesar Augusto
Hay quienes objetan la fecha del 25 de diciembre apoyándose de que Jesús nació en los días del censo ordenado por Cesar Augusto, en que todo el mundo en su imperio tenía que ir a empadronarse a su ciudad (cf. Lc 2, 1-5). Sostienen que los censos no se hacían en invierno sino en primavera, de manera que toda la población fuese a cumplir con el empadronamiento sin limitaciones; y, por lo tanto, Jesús no nació en tiempo de invierno, es decir, en diciembre.
El padre Alexander Castro responde que los censos se hacían cuando la gente tenía que estar recogida por el invierno, y sus lugares de encuentro eran muy cortos y no podían caminar mucho más por el clima. Si lo hacían en primavera, la gente iba a tener mucha dispersión para poder recogerla y censarla. Lo mismo pasaba en el verano, la gente lo usaba para festejar, relajarse y celebrar, y ese no era un tiempo preciso para tener a la gente recogida en los lugares de los centros poblados para poder censarlas. En otoño, la gente estaba recogiendo cosechas, los frutos, haciendo los vinos; por lo que era menos propicio que las personas estuviesen en los pueblos moviéndose para poder contarlos a todos. Los censos se hacían en invierno, porque la gente no tenían para donde salir, viajar, o andar dispersa de un lugar a otro. Además, la provincia romana en Judea en ese momento, tampoco es que era una población inmensa. Belén no llegaba a 2.000 habitantes, y Jerusalén no tenía más de 60.000 habitantes. En las leyes romanas, los censos los hicieron siempre en el invierno por los motivos ya descritos. Esa fue una antigua tradición venida de los etruscos. Lo mismo hacían los griegos cuando realizaban los censos. Siempre era en invierno, porque tenían la gente recogida y la podían cuantificar.
Discurso de Jesús en el pórtico del templo (Jn 8, 12-20)
Una razón de suma importancia para entender por qué se debe ubicar la fecha de la Navidad el 25 de diciembre es la siguiente: Jesús se encuentra en Jerusalén en invierno; y, estando en invierno, se está celebrando la fiesta de la dedicación del templo. Jesús se va hasta el pórtico de las mujeres, se coloca al pódium que existía allí y empieza a hacer su discurso: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida…” (Jn 8, 12-20). O sea: “Yo soy el Sol”, de una forma más literal. ¿Cuándo lo está haciendo? El día del solsticio de invierno, ¿cuándo se celebraba ese día? Cada 25 de diciembre. ¿Y qué hace Jesús montado en ese podio? En ese pódium se montaban los hombres a hacer discursos en el pórtico de las mujeres, solamente en una ocasión especial. ¿Cuál es esa ocasión especial? Cuando ellos cumplían años. O sea; si Jesús está hablando allí, dando un discurso especialmente a las mujeres, a los niños y a los transeúntes hombres, y está hablando sobre que Él es la luz del mundo… [y todo lo que sigue en su discurso] montado en el pódium, en ese lugar preciso. Eso quiere decir que Él está celebrando Su cumpleaños. O sea, no necesitamos nosotros de buscarle una referencia tercera, sino que tenemos una referencia primaria. Él mismo está diciendo, “Yo estoy cumpliendo años, y por lo tanto estoy dando este discurso”.
Algunos detalles a tener en cuenta: En el pórtico de las mujeres, donde Jesús estaba en ese momento, un poco antes, había sido llevada la mujer adúltera para que Él la juzgara y la condenara, pero ella salió libre de toda culpa. porque era el único sitio en el templo donde podían estar las mujeres y los niños. Jesús está al lado del llamado “tesoro” donde se reunían los exvotos para el templo, porque en ese momento el templo todavía estaba en construcción. Este era el lugar que estaba reservado, según la tradición judía, para que fuera usado por los hombres (no por las mujeres) para poderse dirigir al público, dar discursos solemnes, y estaba reservado a los hombres, solamente el día que ellos estuvieran celebrando su cumpleaños.
Los pastores que hacían guardias nocturnas en las afueras de Belén
Añade, el padre Alexander que, en Lc 2, 8, dice que los pastores estaban en la noche, por turnos, cuidando las ovejas en el momento en que Cristo nació. En aquel tiempo, los pastores, que eran los pobres desplazados y despreciados del pueblo de Israel, sólo hacían turnos en el invierno por las bajas temperaturas, para poder cuidar las ovejas de lana negra, que eran consideradas impuras por los judíos y que no podían ser guardadas dentro de las poblaciones, ni siquiera, en invierno.
De acuerdo a los estudios del doctor Dante A. Urbina publicados en uno de sus videos titulado ¿Jesús nació el 25 de diciembre? Apologética de la Navidad – excelente a nivel histórico. Se nota que el doctor estudió bastante y se preparó bien. Sin caer en los detalles que él nos da – llegamos a los siguientes puntos:
Los pastores se encuentran en el campo cuidando las ovejas. ¿Qué ovejas? Hay que conocer la cultura judía de aquel tiempo, además de arqueología. Si no se tiene esta base, quien aborde este tema está perdido. Hay que saber lo que en ese momento está pasando, y la realidad social e histórica.
Sucedía que las ovejas generalmente estaban en los establos. ¿Cuáles ovejas? las ovejas de lana “blanca”. Blanca entre comillas porque es color marfil. No es blanco, blanco. Las ovejas blancas se custodiaban en los establos, que eran unas cuevas que se encontraban en las laderas del cerro donde estaba construida la ciudad de Belén.
¿Qué pasa? ¿Por qué hay pastores afuera? Porque no debe haber pastores en el campo cuidando ninguna oveja porque éstas están resguardadas en los establos. ¡No! Debemos saber que sí hay ovejas en el campo. ¿Cuáles son? Las ovejas de lana negra. Usted no puede olvidar que existen ovejas con lana blanca, con lana grisácea, amarronada, y también, negra. Éstas son ovejas que son tratadas como impuras, pero igual se utilizaban para la lana, para hacer los mantos negros que eran usados cotidianamente en el pueblo judío y otras culturas, y especialmente para uso de las mujeres; igualmente los otros colores oscuros que producían otras ovejas. Por supuesto, estas ovejas no se criaban ni se mantenían junto con las ovejas de lana clara; y, por tanto, había que cuidarlas por turnos.
¿En qué época del año se hacían estos cuidados? Por supuesto, si era en primavera, verano o en otoño, no había ningún problema, se les dejaba a las ovejas dando vueltas por todas partes en la noche porque no había ningún peligro para ellas. El peligro se presentaba era en invierno cuando caía la nieve, había hielo, y andaban los lobos buscando qué ovejita comerse y devorar. Entonces, los pastores tenían que hacerse turnos en las noches para poder cuidar las ovejas negras, para que los lobos no se las mataran o se las comieran, y no hicieran desastres en los rebaños. Por eso, la importancia de los turnos. Turnos que solamente se hacían en invierno porque, un rato estaban unos pastores, se retiraban al calor, venían otros más, y cuando estaban ya muy fríos se volvían otra vez a donde tenían calor. Y así se iban rotando constantemente durante toda la noche. Eso hay que tenerlo muy en cuenta. Por lo tanto, es invierno, hay frío, hay hielo. Y eso es importantísimo.
Estos datos nos vuelven a indicar que Cristo nació en el invierno y no en otra época del año.
Las fuentes encontradas en el Mar Muerto
Otra cosa más, es que, según los datos recabados de los textos antiguos, específicamente los encontrados en el mar muerto, se deduce que Jesús nació a finales de diciembre, lo cual está afirmado por las tradiciones de Egipto y de Roma.
Los turnos de los sacerdotes que servían en el templo
Según los datos históricos donde se habla sobre los turnos de los sacerdotes judíos que servían en el templo, Zacarías e Isabel concebirían a Juan el Bautista en el mes de septiembre. Juan el Bautista, entonces nacería en torno al solsticio de verano; o sea, el 24 o 25 de junio. En la Anunciación, el Arcángel Gabriel le dice a María que Isabel lleva seis meses de embarazo, lo que confirma que hay una diferencia de seis meses entre el nacimiento de Juan y el de Jesús.
Según los datos más antiguos, la encarnación de Jesús fue el día 31 del mes de Adar, que, según el calendario juliano, sería ocho de las calendas de abril del mes de marzo. Es decir, según nuestro actual calendario, el 25 de marzo. Si a esta fecha le sumamos nueve meses, entonces llegamos, otra vez, a la fecha del 25 de diciembre.
La estrella de Belén y los Magos de Oriente
Según los cálculos que se han hecho por astrónomos y demás especialistas, se sabe muy bien que también se dio en un tiempo de invierno; no en ese calendario que celebramos nosotros, sino unos cuatro años antes, que es la fecha real del nacimiento de Cristo, dado que él no vivió 33 años, sino 37. Porque, lamentablemente, históricamente hubo un error de cuatro años, que no lo vamos a arreglar; pero hay que seguir adelante a pesar de todo eso. Pero, sí se dio esa conjunción o unión de estrellas o de planetas que dio una luz muy fuerte. Tenemos, pues, esto, también en cuenta.
Es prudente y necesario incluir este punto, no como añadido a las evidencias sobre el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre; sino para advertir a muchos que, justo piensan que la visita de estos personajes ocurrió la misma noche o en las horas inmediatas al nacimiento de Jesús. El padre Alexander Castro, abordando el tema expone:
Cuando los magos van hasta Belén y adoran al niño, ya han pasado dos años de su nacimiento. El período en que la conjunción estelar se dio duró casi tres años o un poquito más de tres años. Eso hay que tenerlo claro. Luego, cuando ellos van a adorar al Niño, san José, María y el Niño viven en Belén, tienen allí su casa. O sea, aprovecharon aquel momento del pasado, el censo y todo lo demás, y compraron casa y vivían en Belén. Cuando los magos (astrónomos) de Oriente llegan hasta Jerusalén, no ven más la estrella porque es símbolo de la oscuridad y la profundidad.
¿Qué significa que se aparezca la estrella? Primero, que en la ciudad estaba el mal; y, segundo, que el mal vive en la oscuridad, y la oscuridad y la muerte en la naturaleza se presenta ¿cuándo?, ¿en qué tiempo? ¿en qué estación del año? En el invierno. Entonces, es exacta la argumentación de que sí era invierno cuando los magos llegaron hasta allá, y pasaron mucho tiempo viajando para llegar hasta Belén, pues primero tenían que ir a Jerusalén. Al llegar, adoran al Niño, le entregan los dones. Esos dones se han interpretado con el tiempo que son tres magos. No sabemos exactamente si tres magos (astrónomos) o si era alguno más; pero, por los dones, que son tres: oro, incienso y mirra, siempre se ha caracterizado que son tres, que eran dones específicos de tres regiones diferentes del Imperio Romano: el oro, de Arabia; el incienso, de Saba; y, la mirra, del norte de África. Son tres cosas. El norte de África en aquel momento era europeo; no era africano. Por eso es que, desde la tradición medieval, se representa a los reyes, uno árabe, por el oro; uno negrito, por el incienso; y la mirra, uno europeo. De esos dones nace la representación desde la Edad Media para acá.
Aunque hay testimonios de unos sarcófagos de mediados del siglo tercero o cuarto donde aparecen los magos con ciertos rasgos como los mencionados; y, se sabe muy bien que cuando se construyó la basílica de la Natividad en Belén, en el siglo IV, mandada a hacer por santa Elena, en la fachada se hizo un enorme mosaico donde aparecían los tres magos vestidos como persas. Por supuesto, los magos venían de Persia. ¡Eso sí es verdad!
Cuando ellos llegan, ya el Niño Jesús camina, dice sus palabritas, ya tiene dos años de edad. Por eso es que Herodes manda a matar a todos los niños menores de esa edad, porque matando a todos los niños varones menores de dos años, así logra exterminar al niño, porque se sobreentendía que el niño estaba a dos años, o menos de dos años; y ocurrió la matanza de los niños inocentes. Esa matanza fue al día siguiente de la visita de los magos en Belén a la sagrada Familia en su casa familiar. Luego, ellos se van directamente a Egipto en la noche
La Anunciación del Señor.
Por la forma en que se expresa Lucas en la anunciación de María para el nacimiento de Cristo, también vemos allí que el ambiente al que habla da a entender que se está comenzando la primavera; y en aquellos tiempos la primavera comenzaba a mediados o hacia finales del mes de marzo, que es cuando estaba entrando a la primavera. Estaba saliendo el invierno. Si a este momento sumas nueve meses de embarazo llega a finales de diciembre el nacimiento de Jesús.
Evolución histórica en las fechas de la Navidad
En la antigüedad se propusieron varias fechas para el nacimiento de Cristo: el seis o el siete de enero. Otros, colocaban el dos o el quince de febrero. Todas estas fechas estaban dentro del ciclo de invierno. Siguiendo la tradición de los cristianos en Roma y de Alejandría de Egipto, en el año 221 después de Cristo, Sexto Julio Africano, definió el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre.
No hay que olvidar que los primeros cristianos, especialmente en Roma y en toda la región de Italia, en el sur de Francia y en España, cuando tenían la posibilidad de representar gráficamente, por medio de imágenes, a Jesucristo, lo representaban como el Sol invicto, muy parecido al dios Apolo, al dios del sol, montado en un carro tirado por caballos de fuego, y rodeado por símbolos eucarísticos, espigas de trigo y racimos de uvas; porque, – hay que recordar – que en esos tiempos de persecuciones, no se podían expresar de otra manera las verdades de la Fe sino por medio de símbolos, y el símbolo por el cual representaban más cotidianamente a Jesús, era como Cristo el Sol invicto y triunfante, aunque también, se le representaba bajo la figura de otras deidades romanas. Durante el Concilio de Nicea, después de la libertad de la Iglesia, en el año 325, la Iglesia de Alejandría proclamó que se celebrara el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, tal como lo celebraban las iglesias de Capadocia, que estaban representadas en ese momento, por el arzobispo San Nicolás de Myra, el San Nicolás que todos conocemos.
En el año 350, el papa Julio I, siguiendo la antigua tradición romana, proclamó el 25 de diciembre como la fecha de la natividad del Señor. La fecha fue ratificada por el ordo figlioalino, o calendario Litúrgico del año 354.
A pesar de que ciertas comunidades cristianas de Oriente rechazaban esta fecha por coincidir con el día del sol invicto o nacimiento del sol, el pueblo romano se impuso. En el año 379 se celebraba esa fecha en Constantinopla, fiesta de la Navidad, 25 de diciembre.
San Juan Crisóstomo, en el año 386, dio testimonio que la Iglesia en Antioquía, celebraba la Navidad el 25 de diciembre.
Recomendaciones finales:
El padre Alexander Castro, cerrando la exposición señala:
Cuando vamos a tratar con seriedad este tipo de temas, hay que estar muy pendientes de la historia, de la astrología, de los estudios que se han hecho, conocer el tiempo de aquel momento; o sea, el tiempo “clima”, las formas, las tradiciones, los mandamientos; y una cantidad de cosas y, precisamente, la jurisprudencia de aquel momento; y no podemos estar hablando tonterías y pifiando, diciendo cosas que no deben ser y haciendo cálculos que no van al caso. Así que, yo les pido que, por favor, cuando quieran hablar de asuntos así, estudien bastante. Y eso es bueno, estudiar. Es una cosa que vivo diciéndole a la gente para que no andemos por allí pifiando, como lo hacen muchos que no están dentro del ámbito cristiano, que son paganos.
Hay que tener en cuenta que sí hay testimonios muy antiguos a nivel histórico que respaldan el nacimiento de Cristo el veinticinco de diciembre. Científica e históricamente, según el método histórico científico, otras fechas no son muy laudables porque no están respaldadas por documentos antiguos ni por tradiciones antiguas; y hay que recordar que, sí no hay tradición y no hay historia antigua, y no hay datos históricos que den testimonio de eso que uno está hablando, no podemos estar inventando cosas, porque a esta religión o la otra se le ocurrió. Eso no tiene nada que ver con religiones. Tiene que ver con una realidad específica, y hay que ceñirse a la realidad. No lo que le parece a éste, o lo que le parece a aquél; o, si está de acuerdo, o si no está de acuerdo. Una persona sensata y responsable debe ceñirse a lo que diga la historia y los documentos históricos. Gracias al Señor, en los últimos dos años de pandemia por el Covid-19, los arqueólogos han trabajado y han conseguido una cantidad de cosas a nivel bíblico maravillosas que nos reafirman algunas cosas que nosotros tenemos como conocimiento. Y, téngase presente que, lo más antiguo y lo más sencillo es lo más verdadero. Por lo tanto, la tradición más antigua y más sencilla es la de la Iglesia de Roma, del siglo I, que dice que Jesús nació el 25 de diciembre. Ese es el testimonio más antiguo y más comprensible que, además, está respaldado por las fuentes. Si no hay respaldo de las fuentes, discúlpeme, hermanos, ustedes pueden decir lo que les parezca, pero eso no es verdad. Si usted no tiene las pruebas en las manos, quédese calladito que se ve más bonito”.
Vaya belleza de enseñanza nos ha entregado el padre Alexander Castro. Con esta cronología histórica, podemos saber, que, en la Navidad, no estamos celebrando una fecha imaginaria o falsa del nacimiento de Jesús.
Fuente:
(1) La información fue tomada de la Ponencia ‘Signos de Adviento y Navidad’, dictada por el Pbro. Rafael Alexander Castro Moreno, Doctor en Historia y especialista en Arqueología y Arte Sacro y los diálogos apologéticos en la Comunidad de Hospitalitos de la Fe en WhatsApp, el día de Navidad del año 2022.
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