01 DIC / B
Martes, 1ra Semana de Adviento.
*Lecturas del día:* Is 11, 1–10; Sal 71, 2, 7–8, 12–13, 17; Lc 10, 21–24.
*Comentario:*
Muchos manipulan el texto del evangelio de hoy para tratar de justificar y enaltecer la ignorancia en la fe y despreciar y descalificar a quienes les tratan de instruir y corregir.
Esta dañina costumbre deja los corazones de los sencillos expuestos gravemente ante la cizaña de las falsas doctrinas y los convierte en tristes adversarios a la Verdad. En ellos importa más la búsqueda de soluciones inmediatas a sus necesidades que la honra y la fidelidad a la verdad. Por esta debilidad muchos dejaron la Iglesia Católica y se fueron a una de tantísimas sectas que hay en su entorno. A ellos se refiere la sagrada Escritura cuando dice:
_“La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, signos, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.”_ *(2Ts 2, 9-12)*
Por eso, algunos prefieren dar sus oídos a los improvisados que se erigen de un día para otro como pastores, tan solo porque satisfacen sus apetencias de sentirse bien en el momento; pero los cierran y bloquean con rebeldía desafiante, ante el Magisterio de la Iglesia y el Sacerdocio instituido por Cristo. Se consigue a personas que apenas empiezan a tocar la Biblia, y ya están desafiando y presumiendo saber más que el sacerdote de su parroquia, o que sus padres y abuelos.
¿Cómo entender, entonces, la alabanza que Cristo dirige al Padre porque los misterios del Reino de los Cielos los esconde a los sabios y entendidos, y se los revela a los ignorantes?
Eas palabras no se refieren a quienes no han sido aún instruidos en los caminos de Dios; sino, más bien, a quienes ya lo son y conservan, por encima de los conocimientos adquiridos, la sencillez, la pureza de corazón y la humildad en sus actitudes. Son ejemplos de ello las alabanzas y elogios que el apóstol Santiago le dirige a quienes corrigen a otros del error y los llevan a la verdad:
_“Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados.”_ *(Stgo 5, 19-20)*
_“No es legítimo pensar que este camino es privativo de cristianos intelectualmente preparados en conocimientos de teología; está, por el contrario, abierto a la gente sencilla. Gente sencilla, que «ha sido seducida» por Dios *(Jer 20).* No se trata, sin más, de hacer un elogio de la «fe del carbonero», una fe sin apenas conocimientos, sino de valorar los ejemplos de fe recia, sólida, convencida, que nos ofrece tantas veces la gente considerada socialmente sencilla”_ *(1)*
*Fuente:*
1] _ Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), _“Confesión de Fe”;_ Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001; e-Sword – the Sword of the LORD with an electronic edge.
*Para compartir:*
1.- _¿Qué importancia tienen para la fe conocer la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia?_
2.- _¿El desprecio actual hacia el conocimiento y la verdad, qué resultados está ocasionando en la sociedad?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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