*Lecturas del día:* 1Sam 9, 1–19; 10, 1; Sal 21, 2–3, 4–5; Mc 2, 13–17.
*Comentario:*
En la primera lectura podemos ver a Saúl; un hombre en el cual Dios había puesto sus ojos y lo llama a ser Rey. Lo había destinado a ser la esperanza y la liberación del pueblo de Israel, pero más tarde, el final de su vida fue el suicidio, y antes que obedecer a Dios, obedecía su propia voluntad:
_»Saúl murió a causa de la infidelidad que había cometido contra Yahveh, porque no guardó la palabra de Yahveh y también por haber interrogado y consultado a una nigromante.»_ *(1Cro 10,13)*
Al ver la vida de Saúl nos puede venir la siguiente pregunta. _¿Por qué fracasó Saúl?_ Sabemos que Dios no predestina a nadie a que le vaya mal. Dios tiene un plan trazado para nuestra vida, pero nuestras decisiones mal tomadas le dan un giro diferente a su voluntad, pues Él respeta nuestra libertad.
A pesar de nuestras malas decisiones el Señor quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad. Por éso, Él sigue llamando, aún siendo nosotros pecadores, para darnos plena felicidad, llama a los «enfermos» …como lo vemos en el Evangelio de hoy, Mateo es llamado en su puesto de trabajo y allí deja todo y sigue al Señor.
*Dios nos llama a la Santidad.*
Muchos protestantes tienen un mal concepto de la Santidad y aseguran que ellos «NO tienen pecado». Vale que tengan presente lo que les advierte la Palabra de Dios:
_»Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Si decimos: No tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros»_ *(1Jn 1, 6. 8)*
Ya conocemos la parábola del fariseo y el publicano, donde el fariseo se jactaba, delante de los hombres, de no ser pecador, siendo un gran hipócrita delante de Dios; mientras el publicano ni siquiera alzaba los ojos al cielo y decía: _»… ten piedad de mí, Señor que soy un pecador»._
*(cf. Lc 18, 10-14)*
La Santidad inicia cuando reconocemos nuestra miseria delante de Él y de los hombres, y reconocer que nosotros solos no podemos hacer nada y que sólo con su Gracia y su Misericordia podemos avanzar. No basta decir que somos creyentes si no hacemos lo que Él nos Manda. Él nos llama y nos espera con los brazos abiertos para sanarnos y perdonarnos.
No basta sola la Fe, ya que el permanecer inerte sin ponerla en práctica es como construir sobre arena.
*Para compartir:*
1- _¿Te consideras ya salvo?, o estás luchando para perseverar ser fiel y alcanzar la salvación?_
2- _¿Te consideras llamado por el Señor? ¿Por quién vino Jesús, por los sanos o por los enfermos?_
*Elaborado por:*
Jorge Luis, mfc