Jueves, VI Semana T. Ordinario
*Lecturas del día:* Stgo 2, 1–9; Sal 34, 2–7; Mc 8, 27–33.
*Comentario:*
Las enseñanzas para la defensa de la fe hoy apuntan hacia afuera, pero también, hacia adentro de la Iglesia Católica, y señalan el inminente riesgo de la presunción de creernos muy cerca de Dios cuando estamos ocupados o dedicados al oficio de la Palabra de Dios, y de dejar colar en nuestras vidas, la mundanidad en el modo de pensar y de actuar.
El apóstol Santiago denuncia el paganismo infiltrado en los mismos líderes cristianos con la discriminación y el desprecio hacia los más desposeídos y los privilegios y las preferencias hacia quienes poseen riquezas. Si caemos en estas pésimas costumbres, dice el apóstol, somos ciegos, ya que rechazamos a los pobres, a quienes Dios eligió para hacerles ricos en la fe *(cf. Stgo 2,5)*, y, en cambio, preferimos a los adinerados, que luego nos desprecian, nos aplastan y nos arrastran a los tribunales *(cf. v. 6).*
En el evangelio se nos avisa del peligro que, como pegajosa sombra, persigue a cualquier ser humano que se ocupe de servirle a Dios, y es que, aún en la cumbre más elevada de una manifestación de gracia, allá sabe llegar el demonio para zarandear nuestra fe, arrastrándonos al tropiezo. El Apóstol Pedro, apenas habla inspirado por el Espíritu Santo, y es elegido y convertido por Cristo en la Roca para Él edificar su Iglesia y recibir la llave para gobernar el Reino de los cielos *(cf. Mt 16, 17-19)*, arrastrado por el diablo, lleva a Jesús aparte para tentarlo en desviarlo de su camino a Jerusalén para que no se entregue al Sacrificio de Redención en la cruz *(cf. Mc 8, 31-32; Mt 16, 21-23; Lc 9,22)*. Jesús le reprendió diciéndole:
_»¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»_ *(Mc 8,33)*
Lo sucedido con Pedro es tan estremecedor que a todos los que decimos ser cristianos, y tenemos a nuestro haber, el pastoreo del Rebaño, debemos actuar con más humildad y ser más vigilantes en la oración. A quienes usurpan el oficio de pastores y andan con ovejas que fueron sustraídas o raptadas del rebaño de Cristo, deben tener presente que no son ningunos exentos de esa fragilidad, y que de sus actos ilícitos y anti evangélicos, deberán dar cuentas ante el tribunal de Dios *(cf. 2 Cor 5, 10)*.
*Para compartir:*
1) _¿Por qué la discriminación hacia los más pobres y la preferencia por los ricos corroe el evangelio y oscurece el camino de las ovejas hacia la Iglesia?_
2) _¿Qué obligaciones morales debemos atender antes de criticar a otras personas por estos pecados?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
➖📖➖