San Juan, Evangelista y Apóstol. .
*Lecturas del día:* 1Jn 1, 1–4; Sal 97, 1–2, 5–6, 11–12; Jn 20, 1–8
*Comentario:*
_“No hay peor ciego que el que no quiere ver”,_ o también, _“los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego”._ Refranes semejantes pueden ser útiles para aplicarlos a la objeción de algunas personas a reconocer la fundamentación bíblica del primado de Pedro entre los demás apóstoles y toda la comunidad cristiana primitiva.
El relato del evangelio de hoy hace entender, a cualquiera que interprete sin prejuicio alguno y de modo objetivo, que Cristo puso como cabeza y guía de la Iglesia a su apóstol Pedro.
Vayamos al texto:
Ante la noticia que hace María Magdalena, de que el sepulcro estaba vacío, Pedro y el apóstol Juan salieron corriendo juntos para verificar si el cuerpo de Cristo estaba allí; pero Juan corrió más rápido y llegó primero.
Veamos cómo habría sido el escenario más lógico, si la doctrina protestante, según la cual Pedro era un apóstol, tal cual e igual en autoridad, que el resto de los demás apóstoles, fuese la verdadera. Lo más correcto habría sido, considerando, que el propio relato deja evidencia de que Juan era el discípulo a quien Jesús más amaba (v. 2), que apenas llegado al sepulcro, él hubiese entrado para mirar; y que, al llegar Pedro le hubiese dicho: _“!No está! ¡El sepulcro está vacío!”_ Sumemos a ello que, al igual que Pedro, Juan llevaría mucha ansiedad y hubiese verificado él mismo, si lo que había oído de María Magdalena era verdadero o falso.
Lo que deja claro el relato es otra cosa muy diferente, que apunta a destacar el altísimo grado de autoridad que Pedro tenía sobre Juan y, por consiguiente, sobre el resto de los apóstoles. Al llegar, _”Juan se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,”_ *(Jn 20, 5-8)*
La superioridad de Pedro, es tan diáfana e indiscutible, que no fue necesario hacer comentario alguno al texto bíblico, porque él por sí solo lo dice todo. Juan no entra a investigar, verificar, certificar, el estado interno del sepulcro, porque no le competía sino a Pedro. Esto me hace pensar en algo muy cotidiano que ocurre en algún accidente y hay algún fallecido, o si hay varios vehículos chocados. Los que están allí no tocan nada, sino que esperan a que las autoridades competentes lleguen para levantar la información exacta e intacta de la escena de los hechos y proceder de manera oficial a tomar las decisiones pertinentes al caso.
Es radiante y hermosa, además de sencilla y contundente, la enseñanza de que Cristo puso al frente del barco de la Iglesia un capitán, al frente de su rebaño un pastor, al frente de sus apóstoles y demás discípulos, un superior y jefe: Pedro.
*Para compartir:*
1) _¿Qué elementos del evangelio de hoy manifiestan el Primado de Pedro entre los Apóstoles?_
2) _¿Crees que haya sido simple casualidad que Juan no haya entrado al sepulcro sino que haya esperado a que Pedro llegara y entrara primero?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc