*Lecturas del día:* Ba 4, 5–12, 27–29; Sal 69, 33–37; Lc 10, 17–24.
*Comentario:*
El evangelio de hoy habla del poder que dio Jesucristo a sus discípulos para expulsar demonios; y es muy frecuente, entre grupos cristianos no católicos, los eventos donde, supuestamente, expulsan demonios de las personas.
Pero, ¿esto es nuevo en el protestantismo? Te comparto algunos testimonios escritos por un gran apologista y defensor de la Iglesia, san Roberto Belarmino, tomados del sitio http://wwwmileschristi.blogspot.com, que hacen ver cómo estos espectáculos ya estaban presentes:
_”Va por la boca de todo el mundo también el milagro de Calvino, del cual se cuenta que mató un hombre verdaderamente vivo, mientras que ya muerto le quiso resucitar simuladamente.”_
_”¿Quién no admiraría la gracia de expulsar los demonios, de la cual estaba ornado Lutero? Oigamos a Federico Estáfilo [Predicador luterano que se convirtió al Catolicismo en 1552 y contribuyó a la restauración de la Iglesia en Baviera y Austria, N. del T.], que estuvo presente en toda la escena. Quiso una vez expulsar al diablo de una mujercilla. Pero inmediatamente fue espantado del demonio y reducido a tanta necesidad de cuerpo que debió a toda prisa escapar de allí. El demonio le cerró la puerta de la recámara en tal manera que a Estáfilo le fue necesario romper los batientes con el hacha y de ese modo abrirle camino al gran exorcista”_
_”Agrego un solo milagro mucho más reciente y más famoso, y termino. Hace catorce años, entre la Hungría y Polonia, no lejos de la ciudad de Cracovia, uno de los hermanos evangélicos habíase sentido arder en gran deseo de propagar tal nueva doctrina. ¿Qué hizo? Quiso servirse hasta de un falso milagro para ruina de innumerables almas. Se puso de acuerdo con cierto Mateo y con su mujer, que Mateo en un día determinado sería llevado como muerto al sepulcro: y la mujer, como de costumbre, seguiría el cortejo fúnebre, mostrándose aflicta con mucho llanto simulado. El difunto fue llevado a la iglesia. Aquel nuevo Simón [Mago] sube al púlpito. Con un largo discurso amplifica la gloria del renaciente Evangelio. Afirma, que él está tan cierto y seguro de su doctrina, que no dudaba, que Dios mismo la confirmaría con un milagro. En la ocasión se acerca al difunto entonces llevado. Volviéndose, grita fuerte: “En nombre de Cristo, de cuyo evangelio hoy ho dado testimonio, levántate, Mateo”. Todos miran, Mateo no se levanta. En voz más alta: “Levántate, digo, Mateo”. Pero ciertamente habría podido gritar hasta morir él mismo. Mateo ya había muerto de verdad, verdaderamente cayó al Infierno.”_
Casos como estos que nos narra San Roberto Belarmino se repiten con mucha regularidad, también, entre varias de las denominaciones protestantes actuales. De ordinario, entre estos grupos, las tales expulsiones de demonios siempre cubiertas de luces, estallido de emociones, publicidad y exhibicionismo. Las que son de Cristo son de modo totalmente contrario: humildes y sin eventos show. Así dijo Cristo a los suyos: _”alégrense no porque los espíritus se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos.”_ *(Lc 10, 20)*
*Fuente:*
http://wwwmileschristi.blogspot.com/2018/02/los-falsos-milagros-de-los-protestantes.html
*Preguntas para compartir:*
1) _¿Has conocido episodios como los narrados en esta publicación, que hayan sucedido en denominaciones de grupos no católicos?_
2) _¿Has visto algún tipo de excesos en estas situaciones dentro de comunidades católicas?_
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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