*Liturgia<📖>Apologética*
De la Liturgia de la Palabra.
XVI Semana del T. Ordinario
Fecha: 25 de Julio de 2019
*Lecturas del día:* 2Cor 4, 7–15; Sal126; Mt 20, 20–28.
*Comentario:*
Hoy nos ilumina la Palabra de Dios trayéndonos luz donde muchos apenas vemos sombras.
¿Cuántos, al ver la Iglesia Católica, con su mente sólo hacemos una lista de sus defectos, escándalos, sombras; en fin, de sus caídas, y se nos olvida, o desconocemos, que así, frágil y humana, comenzó Jesucristo el primer grupo de católicos: los Doce Apóstoles? Eran hombres cargados de errores y defectos, y muy penosos y graves, por cierto.
En el evangelio de esta Fiesta del Apóstol Santiago, vemos cómo su madre y esposa de Zebedeo le pide a Jesús privilegios para sus hijos basada en una comprensión sólo política del Reino de Dios, diciéndole: _»Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.»_ *(Mt 20, 21)*
Lo que nos debe llamar la atención de este caso no es el defecto de aquella mujer y sus hijos. Así acostumbramos a menudo a actuar; que, donde está cayendo radiante la luz del sol, nos encanta mirar sólo las sombras que deja en las paredes, techos o árboles. Ante los pecados, la mirada inteligente y sabia se dirige a la actitud misericorde y paciente de Cristo, a su fidelidad en mantener los apóstoles que eligió y no renunciar a ellos para preferir otros mejores. Eso es lo que nos falta a nosotros. Que nos creemos perfectos, cuando no lo somos. No son pocos los que, de la Iglesia Católica, o de cualquier congregación se van, porque no soportan las equivocaciones y caídas de los demás. Ojalá tampoco soportáramos nuestros muchos pecados.
Al mirar la Iglesia, debemos tener siempre en la mente y el corazón estas palabras de San Pablo: _”Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.”_ *(2Cor 4, 7)*
La primera lectura es una bendición de Dios. _”Apretados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes la muerte de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.”_ *(2Co 4, 8-10)* Si el católico le prestara suficiente atención y se nutre de todo su caudal, no se desmoronaría ni se dejaría perturbar o confundir, ni mucho menos acobardar, por difamaciones, calumnias, persecuciones, repudios, escándalos, pecados graves de sus Ministros. Contemplaremos un majestuoso y portentoso milagro: esta Iglesia se sostiene en pie, y pasa adelante, de un siglo a otro, cada vez más vigorosa, no por los hombros del Papa, los Obispos, Sacerdotes y demás miembros que la sostienen, sino, principalmente, porque Cristo es su Cabeza, el Espíritu Santo la protege, la renueva, y Dios Padre no deja de renovar, eternamente, su promesa de fidelidad y misericordia, para que con la fuerza de su Amor Santo, ella vuelva a Él y se deje conducir por Él.
*Preguntas para compartir:*
1-. _¿Crees que la fe de muchas personas se desmorona porque en la Iglesia Católica ve sólo una mera institución terrenal, y desconoce su verdadera naturaleza?_
2-. _¿En qué nos fortalece la fe la enseñanza de esta publicación?_
*Elaborado por:*
Pbro. Héctor Pernía, mfc
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