Apologética en la Liturgia de la Palabra
¿POR QUÉ MUCHOS CATÓLICOS SE VAN A LAS SECTAS?
Jueves, XI Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lecturas del día: 2Co 11, 1–11; Sal 110, 1–4. 7–8; Mt 6, 7–15
Comentario:
El reclamo que le hace Pablo a muchos de los primeros cristianos, pareciera estárselo diciendo hoy mismo a tantísimos católicos que de modo muy simple y rápido, terminan creyéndole a cualquiera que adultera el Evangelio y le llega con doctrinas y enseñanzas sobre Dios muy diferentes a las que recibieron de sus antepasados.
En ellos como en los de la Iglesia Primitiva se muestra una misma causa: su unión esponsorial con Cristo fue fría, no fue sincera, no fue transparente. Espero pueda hacerles reflexionar el cuestionamiento que Pablo nos hace hoy: “Celoso estoy de vosotros con celos de Dios, pues os tengo desposados con un solo esposo para presentaros cual casta virgen a Cristo” (2Co 11, 2). ¿Por qué le regalan tan rápido el oído a quienes le vienen a violentar la fe? Es que en ellos habita aquella misma fragilidad que a Adán y Eva a caer ante las voces del demonio en sus mentes. Ninguno está exento de caer (cf. 1Co 10, 12).
Debemos, por lo tanto, meditar y ser advertidos por estas palabras de Pablo: “Temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo» (2Co 11, 3).
Pero, sin embargo, pueden a veces más las conveniencias o las fuerzas internas de un enojo, de una rabia, de una ira, que la fuerza de la fidelidad y la firmeza para no ceder ante las tentaciones que en los momentos de crisis y de tribulación se nos vienen a veces encima. Estas palabras de Pablo tienen hoy muchísima resonancia, actualidad, y es directa a muchos que abandonaron la Iglesia Católica para unirse a muchos improvisadores de iglesias nuevas que ocultan a sus miembros su verdadera identidad: una secta.
Esto les dice San Pablo:
“Cualquiera que se presente predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un espíritu diferente del que recibisteis, y un evangelio diferente del que habéis abrazado ¡lo toleráis tan tranquilos! Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles» (2Co 11, 4-5).
Para compartir:
1.- ¿Qué piensas del cuestionamiento que Pablo nos hace hoy en la primera lectura?
2.- ¿Qué responsabilidad personal hemos tenido en la triste y dolorosa deserción de muchos católicos hacia las sectas, la brujería y otras novedades pseudo religiosas?
Elaborado por:
Pbro. Héctor Pernía, mfc